NBA 2019/20

Las cosas en su lugar: los Lakers regresan a playoffs tras siete años

13:15 07/03/2020 | Una de las franquicias más importantes en la NBA junto con los Celtics consiguió anoche, al vencer a los Bucks, clasificarse a la postemporada tras varios años.

El equipo de Los Ángeles celebrando la victoria ante Milwaukee (Foto: Lakers)

Con 16 títulos en sus vitrinas, los Lakers son la segunda franquicia con más títulos en la NBA. Además disputaron una gran cantidad de finales de la liga y tantas otras veces que se quedaron a las puertas de la definición. Desde los inicios, cuando eran de Minneapolis o luego en Los Ángeles, este equipo siempre fue protagonista. Sin embargo, en las últimas seis temporada, estuvieron muy lejos de honrar su historia y quedaron siempre fuera de la postemporada.

Bajo el mando de Mike D'Antoni consiguieron clasificarse por última vez a playoffs en la temporada 2012/13, en la que fueron barridos en primera ronda por los Spurs. A partir de ese momento, los Lakers empezaron un largo período en el que eran un equipo más del fondo de la tabla y que no lograban encontrar su identidad. Uno de los motivos puede deberse que en este tiempo, tras la salida de D'Antoni en el cierre de la 2013/14, pasaron otros dos entrenadores que nunca le encontraron la vuelta al equipo y lo pasearon por los últimos puestos durante cinco años: Byron Scott y Luke Walton.

Si bien por ese entonces todavía estaba en el equipo Kobe Bryant, ya no era el Kobe que supo brillar en su mejor momento, incluido el bicampeonato de 2009 y 2010 en los que fue el MVP de ambas finales. Las lesiones se convirtieron en moneda corriente en su físico y se perdió una gran cantidad de juegos por este problema. La peor de todas ellas fue cuando, en la 2013/14, jugó solo seis partidos por ua fractura en la rodilla izquierda. Tras su regreso, su juego fue el mismo, pero los compañeros eran cada vez de menor nivel y ya no lo podían acompañar como antes. Solo no podía hacer mucho. Finalmente, en el cierre de la 2015/16 se retiró y a partir de ese entonces la franquicia empezó a buscar a un nuevo referente.

En el medio pasaron varios nombres de peso, a los que más les pesó la camiseta de los Lakers. Jeremy Lin fue uno de ellos, quien llegaba de los Knicks y Rockets como uno de los mejores jugadores de la liga, pero no pudo demostrarlo en Los Ángeles. Entre 2015 y 2017 tuvo una nueva etapa Ron Artest, o Metta World Peace, como se hace llamar. Este fue otro caso de un jugador que ya no estaba en condiciones de jugar con los mejores y simplemente estuvo en el equipo por lo que había logrado algunos años antes.

Con la intención de reordenar el juego interno, dejaron ir al ruso Timofey Mozgov y contrataron en 2017 al australiano Andrew Bogut, quien no decepcionó pero dista un poco de la filosofía Laker y duró solamente una temporada, y a Channing Frye, otro pivote con mucha experiencia en la liga más importante del mundo pero que tampoco pudo establecerse. Finalmente, para la última temporada, volvieron a renovar a los internos y llegaron Tyson Chandler y JaVale McGee. El primero ya no está, pero el segundo sí y con un gran presente formando una buena dupla con AnthonyDavis o, en menor medida, con Dwight Howard cuando le toca compartir cancha.

Quizás el momento clave de esta historia, cuando el barco empezó a cambiar de rumbo, fue en la llegada de Magic Johnson a la dirigencia del equipo a mediados de 2016. Junto con él estaba Mitch Kupchak, quien venía desde hacía varios años a la deriva en la dirección del equipo desde las oficinas y encontró en Magic un gran alivio para intentar solucionar tantos problemas que tenía la franquicia. En esa temporada fueron responsables en partes iguales de las decisiones del equipo, pero para la siguiente quedó como único comandante el histórico base de los '80.

Tras un año de buenas decisiones y algunos cambios, como el hecho de resolver la salida de Byron Scott y contratar a Luke Walton para dirigir al equipo, recibió la ayuda de Rob Pelinka en el puesto para terminar de moldear al equipo a su gusto. La última temporada fue la de la despedida para Walton del banco Laker y, en su lugar, entró Frank Vogel, quien en su primer año está haciendo más que los otros dos en seis.

A todo esto hay que sumarle dos hombres clave y grandes responsables del presente de este equipo: LeBron James y Anthony Davis. El primero, que venía de su segundo paso por los Cavaliers con un título y otras tres finales bajo el brazo, fue tentado con la posibilidad de llegar al equipo en el que todos los grandes de la historia de este deporte agigantaron su leyenda. Y él no podía ser menos. Tras una primera temporada en la que las lesiones lo marginaron bastante, sobre todo al momento de ir por todo y buscar las clasificación a la postemporada, eso finalmente no sucedió y volvió con sed de revancha.

Pero James en soledad no podía. Pese a que estaba acompañado por un buen núcleo de jóvenes con mucho futuro (Ingram, Ball, Kuzma, Hart y Zubac), la falta de experiencia pesaba cuando la pelota quemaba y no lograban plasmar en resultados todo lo que podían hacer. Es por esto que armaron un buen paquete de prospectos recientemente ingresados a la liga y se los dieron a los Pelicans a cambio de Anthony Davis, el mejor defensor que hay en la NBA y una de las piezas indispensables para cerrar el círculo que le dio a los de Los Ángeles la clasificación a los playoffs.

Hoy, los Lakers vuelven a decir tras siete años que están en playoffs. Tienen la difícil tarea de luchar por un lugar en las finales ya que están en la conferencia más complicada para lograrlo y todavía los Clippers no mostraron su mejor versión. Además, Denver irá en busca de la revancha por lo que sucedió el año pasado y el resto de los equipos que completan los primeros cinco puestos pueden traer más de un dolor de cabeza si los engranajes no están del todo bien ajustados en unos meses.

De todas maneras, estos Lakers tienen una motivación especial: hacerlo por Kobe. Tras la partida de la leyenda el 26 de enero, LeBron aseguró que iba a ir por todo y no se iba a ir de los Lakers hasta su retiro. James tiene una mente muy similar a la de Bryant respecto al trabajo y la dedicación hacia este deporte pero ahora, con esta adicional carga de emotividad en el camino, la nueva estrella de Los Ángeles tiene varios motivos más para ir por el anillo, el cuarto en su carrera con tres franquicias diferentes.

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