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Los dos equipos sabían de antemano que era un partido de esos que valen doble puesto que tanto Libertad como Hispano Americano están peleando mano a mano por evitar el descenso. Frente a este panorama, los dos esperaban que el rival trastabillara para asestar un golpe contundente. 

El partido fue parejo, jugado con dientes apretados y esa presión extra por el contexto. La buena noticia para los locales era el regreso de Fayne Li, quien viniendo desde el banco se transformó en el goleador aurinegro. 

Las dificultades para convertir eran la constante durante los primeros tres parciales. El 30-32 con el cual se fueron al descanso largo, no se modificó en los terceros diez minutos, aunque mejoraron en ataque (20-22). El final cerrado parecía estar decretado de antemano, aunque Libertad se mostró algo más efectivo en el tramo final para sacar una pequeña luz de ventaja (con cinco minutos por jugar se imponía por 68-59). 

Pero Hispano sabía que el partido era por demás importante y estaba lejos de rendirse. Siguió peleando, limando la diferencia de a poco y con la complicidad de Libertad logró arrimarse 68-66. Los libres errados por Libertad (23/41) eran una carga demasiado pesada que se transformaba en un castigo tremendo. Restando un par de minutos, sería la línea de libres la que pudiera sostener arriba al local o sentenciarlo. 

Así fue, no sin antes tener una generosa cuota de sufrimiento. Si bien los Tigres se mantenían adelante, siempre coqueteaban con el error y el precipicio seguía quedando demasiado cerca. Un doble de Yarbrough, otro de Battle y dos libres de Manuel Alonso terminaron de demoler las esperanzas que seguía sosteniendo Hispano. El 78-73 termina siendo un premio merecido por lo hecho, aunque con algo más de certeza, bien pudo resolverlo de forma anticipada. En el horizonte aurinegro, aparece ahora el fin de semana la visita a Atenas, para intentar devolver gentilezas y alcanzar al Griego en la tabla de posiciones.