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Libertad 93 - San Martín de Corrientes 80

Libertad puso las cosas en orden / Sunchales Hoy

Los Tigres jugaron un gran segundo cuarto, se relajaron en otro tramo del complemento pero con un gran cierre, se recuperó y ganó 93-80. Ahora, la serie se traslada a Corrientes y la duda pasa por si podrá regresar Wood, quien no jugó esta noche.

En un partido donde se vivió un claro clima de playoff, donde en tan solo 15 minutos los árbitros habían repartido técnicos para ambos bandos y antes del cierre de la primera mitad expulsaron a González, DT visitante, Libertad se hizo fuerte. Primero dentro de la cancha, fundamentalmente a partir de lo realizado en el segundo cuarto (30-13) pero también mentalmente.

El partido de los dirigidos por Müller fue intenso y acaso allí radicó la principal diferencia respecto del sábado. Claro que también hay que mencionar que el elenco de San Martín no pudo contar con Wood, el mejor extranjero de la Liga ni con Mariano Fierro (el ex Libertad se perderá lo que resta de la serie). De esta parte, si bien sumaron muchos minutos, se extrañó la producción ofensiva de Brussino (2 puntos) y Alloatti (4 puntos).

El clima de las tribunas impulsó a los locales para desandar un gran segundo cuarto, en el cual impusieron condiciones en todo momento, obligando a la visita a lanzamientos apresurados y casi sin eficacia. Sin embargo, este equipo correntino se caracteriza por luchar en todo momento, no bajar nunca los brazos y después de tantos errores, un par de triples consecutivos y otra vez se metía en la discusión.

En el tercer chico, los Tigres sostuvieron el partido, proponiendo un cambio doble a doble (21-23 para cerrar 70-58) y apostando a llegar a un cierre en ventaja. Sin embargo en el arranque del último parcial, fue todo enredado en el local, aparecieron algunos triples en la visita y el 72-67 encendió las alarmas.

Libertad entró en una laguna ofensiva, secándose y viendo cómo la visita seguía al acecho solamente un triple por detrás. La presión, luego del traspié inicial, era toda del local, que sabía que en caso de caer, la serie estaba casi sentenciada en su contra.

El cierre del juego encontró a un aurinegro calmo, paciente y con la tranquilidad de la que carecía instantes antes para poder sacar diferencias importantes (81-71) a falta de dos minutos. Jugando con el reloj, fue dándole forma a una victoria imprescindible 93-80 y necesaria para refrendar lo hecho en parte del encuentro pero fundamentalmente por la buena temporada que hasta ahora ha concretado.