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“En tiempos donde nadie escucha a nadie. En tiempos donde todos contra todos. En tiempos egoístas y mezquinos. En tiempos donde siempre estamos solos”, rezaba Fito Páez en Al lado del camino. En esos momentos Damian Lillard también eligió quedarse aislado en Portland Trail Blazers, desechando ofertas y propuestas que lo tentaron como la manzana que la serpiente les dio a Adán y Eva.  

En la actualidad el armador ya no está solo y sus compañeros lo respaldan en cada batalla en la que se enmarca a base de triples y personalidad. Llegar a eso no fue fácil y previamente tuvo que tomar la decisión de decirles adiós a todos los que quisieron llevárselo. Damian jamás habló con la prensa de esto, pero, afortunadamente, Earl Watson, quien fue su compañero en la temporada 2013/14, sacó a la luz lo que verdaderamente ocurrió.  

“Antes de la última extensión de contrato de Dame, él fue buscado para unirse a un súperequipo. Me llamó inmediatamente, asumo que debido a que me respeta, y me preguntó que debía hacer. Yo le pregunté qué quería y me dijo: ´Big EJ, quiero quedarme en Portland, seguir construyendo con mis compañeros y vencer a cada uno de los grandes conjuntos´. Mi respuesta fue que los verdaderos grandes hacen cosas que a todos los otros les cuesta soportar”, contó el exjugador en una serie de tuits. 

Damian firmó aquella última extensión de contrato el seis de julio del año pasado. En la actualidad su equipo revivió tras un mal arranque y, no solo se metió a los playoffs, sino que anoche venció al mejor del Oeste, Los Angeles Lakers, con un majestuoso partido del base que le dijo que no al camino más atractivo.  

Se quedó, la peleó y hoy está en su cúspide. Damian es Portland. Portland es Damian. El orgullo del lugar. El mimado de la casa.