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Los contratos más extraños en la historia de la NBA

17:53 04/04/2020 | Russell compitiendo con Chamberlain, Jordan pidiendo la cláusula For the Love of the Game y mucho más. Un repaso a los más insólitos acuerdos NBA.

Jordan pidió una curiosa cláusula a Bulls (Foto: NBA)

La NBA es una fábrica de historias y la frase de que el show debe continuar se mantiene hasta la actualidad, incluso en estos tiempos en los que no hay mucho por hacer, ni hablar o discutir. Los sorprendentes partidos, las increíbles acciones de sus protagonistas, las rivalidades, la previa y el espectáculo forman parte de la esencia de la liga. También lo hacen las curiosidad y las insólitas historias. En este caso, llegó el momento de analizar los contratos más extraños de algunos jugadores de la competencia. 

Bill Russell: hubo una vez en la que el pivote de Celtics firmó el contrato más jugoso de la historia. Era un acuerdo salarial que valía apenas un dólar más que el de Wilt Chamberlain. Sí, un dólar. En su época, los dos tuvieron una rivalidad única, y siempre quisieron ser superiores. Este es el mejor ejemplo de ello, al menos fuera del rectángulo de juego, adonde literalmente se sacaban chispas.

Michael Jordan: este acuerdo fue famoso por una cláusula llamada For the Love of the Game (por el amor al juego en español). Chicago nunca tuvo chances reales de negociar con el mejor jugador de todos los tiempos, y él lo sabía, por lo que pidió este detalle para poder jugar al básquet en cualquier momento y lugar. Esto no es broma y verdaderamente la reclamó porque Michael amaba la naranja y lo quería hacer en cualquier ocasión. A menudo, las franquicias de la NBA intentan evitar, y algunas hasta lo prohiben, que sus jugadores realicen actividad física fuera de las instalaciones suyas, por miedo a que se lesionen. Esto no era concebible para el 23, quien iba a jugar cuando quiera y donde quiera. 

Magic Johnson: en 1981, el base firmó un acuerdo de extensión con Los Angeles Lakers por ¡25 años y 25 millones de dólares! Un acuerdo verdaderamente loco, especialmente por la cantidad de variantes y situaciones que pueden afectar a cualquier jugador. Pero los dirigentes de la franquicia no eran ningunos tontos y sabían que Magic no jugaría 25 veranos con ellos. La renovación fue un tanto simbólica y se la encaró de manera que Johnson pudiera ser una Laker durante toda su vida. ¿El encargado del trato? El gran Jerry Buss. 

Chris Webber: durante su etapa universitaria, el interno fue uno de los mejores de la NCAA, vistiendo los colores de Michigan University, en donde formó los fabulosos Fab Five. Como resultado, Chris firmó uno de los más curiosos y grandiosos contratos sin siquiera llegar a la NBA. Webber fichó por Golden State Warriors por 15 años y 74 millones de dólares. Lo más curioso de todo es que los de California dejaron ir al joven tras haber jugado apenas una campaña en su franquicia. 

Joe Smith: Minnesota fichó a Smith con un contrato de un año por un valor de menos de dos millones de dólares después del cierre patronal de 1999, un trato extraño considerando que Joe tenía una oferta de 80 millones de dólares por parte de Warriors, donde jugó sus primeras tres temporadas. Resulta que los Wolves tenían planeados tres acuerdos por un año para el jugador, con el motivo de tener más espacio salarial utilizando los Bird Rights tras el tercero de esos acuerdos, en el que, al finalizar, le ofrecerían una extensión de contrato mucho más acaudalada. Sin embargo, la NBA se enteró del acuerdo que tenían planeado y Timberwolves perdió múltiples selecciones de primera ronda. Los contratos de Smith fueron anulados, quitando sus Bird Rights y eventualmente causando su salida de Minnesota. A su vez, Minnesota debió luchar para reconstruirse y, cuando lo hizo, Garnett se terminó yendo a Boston Celtics, cansado de los contratiempos en el equipo que lo seleccionó en el Draft. 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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