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Los Grippo y los Ginóbili: dos familias bahienses que hicieron historia

17:25 06/04/2020 | Son los dos únicos casos en los que tres hermanos terminaron compitiendo en la máxima categoría de la Liga Nacional. Y ambos casos surgidos de la misma ciudad.

Diego, Mauro y Claudio Grippo y Sebastián, Emanuel y Leandro Ginóbili (Fotos Familia Grippo y La Nueva)

Bahía Blanca es una ciudad especial en el mundo del básquetbol y, pese a que nunca se le dio ganar un campeonato de Liga Nacional, tiene particularidades que le permiten seguir jactándose de ser La Capital Nacional del Básquet. Aunque muchos le quieran pelear el sitial. 

En este caso, la ciudad tiene un dato que nadie puede equipararle, y no deja de ser particular. En la historia de la Liga, ya con 35 años encima, hubo muchos familiares que la han jugado: hermanos, padre e hijo, primos, tíos y demás, pero solamente en dos casos hubo 3 hermanos que llegaron a la máxima categoría, y los dos fueron nacidos en Bahía Blanca. 

Los primeros en conseguirlo fueron los Grippo. Familia tradicional del básquet bahiense, sobre todo de Olimpo, Claudio (11/8/65) fue el primero en jugar, con la casaca aurinegra, en la temporada inicial de la Liga, 1985. Con ese club jugó la final de 1986 contra Ferro (perdieron 3-1) y luego emigró a Comodoro para terminar su periplo en la A en 1990/91.

Mauro (20/6/63) y Diego (20/6/67) debutaron el mismo año: 1988. Mauro con River y Diego con Olimpo. Insólitamente, fue la única campaña de Mauro en la Liga A, siendo subcampeón tras perder la final contra Atenas 3-0. Diego empezó en Olimpo (gran campaña en 1990, con 14.4 puntos de media) y luego pasó a Ferro, donde jugó la 90/91. 

El día especial para los 3 ocurrió el 14 de agosto de 1988, cuando pudieron compartir cancha: Claudio y Diego jugando para Olimpo y Mauro para River (foto). La historia se repitió luego en Buenos Aires. Hay otras dos particularidades de la familia. Una es que hubo un cuarto hermano, Mariano (17/10/69), que comió banco varios partidos en el Olimpo de 1987, bajo la batuta de Daniel Allende. Si hubiese entrado al menos un minuto, serían dueños únicos de la marca de hermanos en la Liga.

La otra es que los Grippo demostraron que podían ser deportistas profesionales y estudiar al mismo tiempo. Salvo Claudio, los otros tres terminaron graduados: Mauro es arquitecto, Diego es médico (durante muchos años incluso de la selección argentina y hoy de AdC y CABB), y Mariano es odontólogo. De hecho, Mauro, Diego y Mariano coindicidieron en Buenos Aires en 1989, y jugaron juntos primera de Capital Federal para Obras. 

La historia de los Ginóbili es obviamente más conocida. Leandro (17/3/70), Sebastián (10/6/72) y Emanuel (28/7/77) se criaron en Bahiense del Norte, el club familiar ubicado a 100 metros de su casa, y de a poco fueron pasando a equipos de la Liga Nacional para desarrollarse. 

Leandro y Sebastián lo hicieron en Quilmes de Mar del Plata juntos, luego repitieron la experiencia de compartir equipo en Deportivo Roca y, esencialmente, jugaron separados. Leandro se repartió en Gimnasia de Comodoro y Pico FC en la A y Sebastián en Estudiantes de Bahía (donde coincidió con Manu), Estudiantes de Olavarría y Libertad. 

Manu, el más joven y el que terminó armando una carrera inigualable, empezó en la Liga en Andino en 1995/96, luego pasó dos años por Estudiantes, jugando con Sepo, para más tarde partir a Europa y ya nunca más volver. Como los Grippo, tuvieron su día mágico, y fue el 3 de noviembre de 1996, cuando Estudiantes visitó en Roca al Deportivo. Ese día, Manu, en su primer año con el albo, se enfrentó a Sepo y Leandro, que la rompieron para el local (28 Leandro, 26 Sepo). La revancha en el Casanova quedaría para la estrella emergente. 

Dos familias, una misma ciudad, tres hermanos y una pasión: el básquetbol y la Liga Nacional. 

Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus

Fuente: 
Producción propia / La Nueva

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