Liga Nacional

Mañana se cumplirán 14 años del título de Gimnasia en la Liga Nacional

19:11 31/05/2020 | Tras una temporada con sobresaltos se consagraron campeones al vencer a Libertad. Gabriel Cocha fue el jugador más valioso de la final.

Moldú en el festejo (Foto: La Liga Contenidos)

Cuando las cosas llegan sin esperarse se saborean más. La sorpresa siempre cae mejor y da mayor felicidad. Psicológicamente produce un efecto de dopamina, de shock y de energía. Precisamente eso ocurrió en la temporada 2005/06, adonde Gimnasia de Comodoro Rivadavia se consagró campeón de la Liga Nacional tras un campeonato de idas, vueltas, golpes y tristezas que lo forjaron a fuego y le permitieron superar los más impensados contratiempos.  

Cambios concretos 

Luego de una campaña de sobresaltos, los del sur contrataron a Fernando Duró como entrenador y a Nicolás Casalánguida como asistente. En la primera fase las cosas parecieron no mejorar con respecto al periplo anterior y el equipo finalizó en el séptimo puesto con un récord de seis victorias y ocho derrotas. Necesitaban un clic para afrontar la segunda fase y empezaron a hacer las cosas de manera distinta. 

Así fue que en la etapa posterior Gimnasia levantó sorpresivamente. Primero un cambio táctico: Gabriel Cocha empezó a jugar de base y todo comenzó a mejorar. Desafortunadamente, uno de los foráneos, Lamont. Roland dejó el equipo (inhabilitación internacional) al final del 2005. En su reemplazo llegó Charles Jones, que formó un importante tridente exterior junto al Negro y a Pablo Moldú. 

Tras algunas modificaciones, llegó el último tramo de temporada y Gimnasia, por fin en paz, sacó provecho y ganó diez de los últimos 12 partidos, pasando del puesto 13 al 4 en 40 días, con mucha agresividad, personalidad y carácter, y accediendo directamente a los cuartos de final del torneo con un récord de 19-11. 

Una postemporada épica 

Los dos partidos iniciales fueron en el Socios Fundadores y allí, con la vuelta del Paco Festa al equipo, los locales se hicieron fuertes y derrotaron a los visitantes en ambos encuentros. Pero a partir del tercer enfrentamiento los contratiempos volvieron a azotar al equipo de Comodoro. Primero por una inhabilitación a Damon Thornton, quien fue suspendido por dar positivo en un control antidoping, y luego por una lesión de Santiago Haag, que se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla derecha.   

Los porteños, por su parte, aprovecharon los sucesos para recuperarse y ganarles a los de Comodoro por 86-74. Finalmente, en el cuarto juego los verdes no dejaron dudas y vencieron a Boca para clasificarse a las semifinales de la Liga Nacional (84-74).  

Metido entre los cuatro primeros, Gimnasia tenía que enfrentarse a Ben Hur, nada más y nada menos que el último campeón de la competencia y dueño del primer puesto de la segunda fase de la liga. Y para tener chances debían otra vez ir al mercado. Llegó Bruce Zabukovic y todo volvía a estar en regla. El primer enfrentamiento fue clave y finalizó en victoria para los del sur, que sonrieron en Rafaela y se pusieron en ventaja global. El segundo partido cayó en manos de los locales, y a partir de ahí todo fue a favor de los de Comodoro, que liquidaron la serie con dos triunfos y accedieron por primera vez en su historia a las finales de la Liga Nacional.  

El cierre ideal 

En la final esperaba Libertad, el segundo de la temporada regular y uno de los equipos más interesantes del torneo. La cosa no sería fácil y así se vio en el primer juego, donde los de Sunchales lograron dar el primer golpe al vencer 80-72. Todo cambió en el segundo partido, en el que los visitantes, apoyados en un monumental Jervaughn Scales, autor de 30 puntos, consiguieron robar un punto y le ganaron de manera abultada 78-99.  

Luego de dos cruces, la final se mudaba a Comodoro Rivadavia y Gimnasia dominaría a Libertad en los próximos dos partidos, ganándole 93-69 el primero y 95-74 el segundo. Lamentablemente, en ese cuarto encuentro sufriría un desgarro Ruperto Herrera, uno de los jugadores más importantes de Gimnasia.  

Posteriormente, en el quinto enfrentamiento, los de Sunchales decidieron que la cosa no estaba terminada y, gracias a los grandes rendimientos de Benítez y Ginóbili, lograron poner la serie 3-2. Antes del sexto encuentro se produjo un milagro y el destino compensaría a los de Duró con un guiño que vino en forma de habilitación por parte de FIBA para contratar un reemplazo temporal por el lesionado Herrera. 

Todo inició con un llamado de Casalánguida a Diego Romero, que se encontraba en Estados Unidos. "Me llamó Nicolás y me dijo que estaban desesperados, que necesitaban alguien que no haya jugado en FIBA en tres meses. "Listo", le dije. Tras eso, cancelé todo y me fui para el Socios. Fue una de las decisiones más fáciles de mi carrera", le confesó el propio pivote a Básquet Plus.  

Así fue que en el sexto encuentro el Socios Fundadores estaba repleto y la presión era de los locales, que estaban obligados a triunfar para no ir a definir la final de visitantes. Pablo MoldúScales y Gabriel Cocha se pusieron el equipo al hombro, anotaron a su manera y lograron liquidar un partido completamente ajustado, decantando la serie a favor de Gimnasia, que ganó el partido 84-80 y se consagró por primera vez campeón de la Liga Nacional.  

Tarda en llegar... 

Tanto esperar trajo su recompensa y el título finalmente llegó al sur. No le importó el frío ni los contratiempos, tampoco las derrotas y las sorpresas. Gimnasia se declaró campeón sin pedir permiso. Jugadores con actitud, líderes y mucho compañerismo. Respiraban buena química y fueron de menor a mayor. Fue un milagro inesperado, pero el regalo más preciado. Desde el Socios Fundadores para la Liga Nacional, para Argentina y el mundo.  

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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