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Los Spurs mejoraron mucho su cara en comparación con su última presentación en New Orleans y vencieron como locales a Memphis por 92 a 82. Volvió Ginóbili y fue determinante para la victoria.

Luego de una actuación defensiva muy floja ante los Pelicans, los de Popovich (sin Aldridge, lesionado en un tobillo) salieron con otra actitud desde el primer minuto. Parker estaba agresivo con el aro, mientras que desde el banco hubo buenos ingresos de Ginóbili (volvía tras dos juegos ausente por un dolor de cadera) y Diaw, para llevarse el primer período por 24 a 19.

La intensidad defensiva de San Antonio se mantuvo en el segundo período, ante un Memphis que extrañó horrores al lesionado Zach Randolph (rodilla). Sin embargo, ahora también apareció la mejor cara del equipo en ataque, lo cual le permitió romper el marcador. Primero la banca, con Manu y Mills a la cabeza y luego Parker, fueron los encargados de dejar la historia 53-39 en el entretiempo.

La visita empezó mejor parado la segunda mitad y llegó a ponerse a seis. Igualmente, rápidamente contestó Green con una bomba y más tarde, otra destacada entrada de Ginóbili para sostener la separación. Por su parte, Leonard tuvo su mejor momento de la noche hasta ese momento y los texanos se metieron al último parcial al frente por 74 a 61.

A pesar de que el juego nunca se terminó de quebrar definitivamente, los Grizzlies no lograrían descontar la brecha en el resto del encuentro. San Antonio lo cerró bien y se quedó con el triunfo por 92 a 82, para seguir invicto en su casa.

El goleador del ganador fue Kawhi Leonard con 19 puntos y 7 rebotes, mientras que Tony Parker sumó 18. En Memphis, lo más importante pasó por los 16 tantos de Mike Conley y los 15 de Courtney Lee.

Por su lado, el que volvió con todo fue Manu Ginóbili: 15 puntos, 4 rebotes, 2 asistencias, 1 robo, 1 falta cometida, 1 pérdida, 4-7 en dobles, 2-4 en triples y 1-2 en libres durante 22:39 minutos en el campo de juego.