NBA 2014/15

Papelón de New York ante Charlotte: 82-110 en el Madison

18:25 10/01/2015 | Los Hornets llegaron a ganar por 45 puntos y levantaron el pie en el último cuarto. ¿Se apiadaron? Derek Fisher utilizó a Pablo Prigioni solo 4 minutos.

NN
La mirada resignada de Pablo Prigioni, José Calderón y Amar'e Stoudemire en el banco de los Knicks durante el segundo tiempo contra Charlotte.
En rigor de verdad, no es mucho lo que se puede analizar de un partido carente de equilibrio, más allá de ese inicio esperanzador de New York, que durante el capítulo inicial quiso hacer creer a su público que se podía, pero claro, fue cuando los dos equipos aún se estaban acomodando en el campo de juego (18-21).
 
La ilusión duró unos pocos minutos del segundo cuarto, en ese breve instante que Fisher decidió el ingreso de Pablo Prigioni (27-32). Cuando salió el argentino, coincidió con el vendaval que desataron los Hornets en la cancha. La visita comenzó a castigar con todo su repertorio (Henderson, Hairston, Roberts y Walker), y en un abrir y cerrar de ojos tomó una distancia que luego fue imposible de revertir.
 
New York directamente no anotó en los últimos cuatro minutos y medio de la primera mitad, y a pesar de los intentos de Fisher de recomponer a su equipo, éste continuó sin rumbo y a la deriva. Charlotte en tanto, metió un parcial de 19-0 que fue determinante para el resto del partido.
 
En la segunda mitad continuó el martirio de los hinchas, quienes veían como su equipo se arrastraba por la cancha, tan lejos de las épocas doradas de la franquicia. Los Hornets siguieron a su ritmo, hasta allí jugando sin contemplaciones y estirando una diferencia que llegó a ser de cuarenta y cinco puntos en cuatro ocasiones, para cerrar el tercer cuarto con un marcador contundente, lapidario y muy dfícil de digerir para los neoyorquinos: 44-89.
 
Con un parcial de 9-0, New York comenzó a maquillar el resultado en el último período, pero de cualquier manera, a esa altura era imposible de salvarse de la paliza. Charlotte levantó el pie, básicamente porque el triunfo ya estaba en el bolsillo y se dedicó a esperar el sonido de la chicharra indicando el final.
 
La figura del partido fue Kemba Walker, además de ser el máximo artillero con 28 puntos (8/6 dobles, 4/7 triples y 8/9 libres), además de capturar 7 rebotes, entregar 1 asistencia y recuperar 1 balón.
 
Fue la décimoquinta derrota seguida de unos Knicks que se encuentran hundidos en la profundidad, y en una temporada que va camino a ser la peor de la historia de la franquicia.
 
Roberto Martín
En Twitter: @basquetplus
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