Informe

Patricio Garino: el cangrejo defensivo de Argentina y Baskonia

21:50 17/03/2020 | En el Mundial de China 2019 fue una de las figuras de Argentina. En Europa también sumó minutos. Una lesión lo tiene marginado.

Garino la rompió en China (Foto: FIBA)

Los cangrejos son crustáceos que viven en las playas de la mayoría de los países del mundo. Son omnívoros y se alimentan a base de una dieta de algas, moluscos, gusanos, hongos y bacterias, entre otras cosas. Estas criaturas están caracterizadas por tener cinco pares de patas, de los cuales dos de ellas suelen ser sus pinzas. Sus tamaños son relativos, pueden medir desde unos pocos milímetros hasta 1,20 metros de ancho con las patas abiertas. 

Similarmente a este ser vivo, Patricio Garino es un verdadero cangrejo defensivo, capaz de secar a sus rivales a base de negaciones de pelota, close-outs, rotaciones en el lado débil, velocidad de pies, envergadura, solidez de la parte alta y baja de su cuerpo, e inteligencia para entender las continuaciones de las jugadas y actuar en consecuencia. 

Su impacto en cancha es total atrás y todo el equipo (ya sea en la Selección Argentina o en Baskonia) lo siente. Altruista de la naranja, siempre está dispuesto a sacrificarse por sus compañeros. Es el encargado por antonomasia de frenar al mejor jugador exterior rival y, junto a Facundo Campazzo, encabeza la falange defensiva de la celeste y blanca de cara al Mundial de China 2019. 

Defensa directa 

En acciones de hombre a hombre alcanza su mejor versión, agachándose hasta abajo sin perder equilibrio y desplazándose lateralmente de manera rápida. Esto lo compensa con su fortaleza para recibir choques y no comparecer ante los amagues, evitando robar el balón hasta el justo instante en el que puede ser lo indicado y aconsejado. 

A su vez, a la hora de realizar close-outs muestra también sus dotes, con manos inquietas y pies volátiles que le permiten mantenerse por delante de su atacante en todo momento, sin perder la línea. Además, entiende cómo puntear los tiros, sin desesperarse por saltar en el primer amague y llegando a cerrar el lanzamiento con un titubeo que le permite sellarlo y negar la penetración. 

Estos dotes le permitieron promediar casi un robo (0.5) en los cuatro partidos de Euroliga que disputó la temporada pasada y 0.7 bajo el mismo rubro en la Liga Endesa. A su vez, la capacidad que posee para ser intenso sin cometer faltas es llamativa. Esto se traduce en sus apenas 2.7 infracciones en la 2019/20. 

 

 

Defensa indirecta 

En acciones off ball su productividad se mantiene alta, ya que en la mayoría de las jugadas imposibilita la recepción del atacante, haciendo una defensa de sello tal y como dictan los libros, con una mano estirada y con la mirada entre la pelota y el jugador para tener una visualización completa de lo que sucede. 

Esto ocurre por su capacidad física y la fortaleza de su zona media, la que le permite sortear y salir ileso de las cortinas indirectas, rompiendo el esquema de sus rivales al evitar que el atacante con mayores posibilidades de hacer daño queda mitigado ante la defensa de cierre de Garino. 

Posee una lectura completa e integral de lo que sucede en el costado fuerte y en el débil, que lo complementa con pies inquietos que jamás quedan estáticos. Sabe cuándo reemplazar en la llave ante la salida del pivote, o también de los aleros, en qué momento cerrar en las esquinas y cómo producir cambios en las cortinas si tiene ventajas, o quedándose con su marca si hay menoscabos. 

A sus conocidos dotes físicos se une precisamente esta inteligencia anteriormente mencionada, pero también mucho criterio a la hora de realizar ayudas o reemplazos. Salvo excepciones o direcciones técnicas puntuales, no realiza doblajes del lado de la pelota, ni suelta su marca cuando se trata de un tirador. Caso contrario, cuando sabe que el defensor primario fue vulnerado, Patricio tiene la lectura necesaria para sellar la llave y evitar la anotación. 

 

 

Especialista en su cúspide  

Como el cangrejo caza a sus presas, Garino no difiere ni diferencia a nadie, atrapa a todos por igual, con sus pezuñas defensivas y un temple único que lo destaca en un deporte que no premia a los de su tipo. Su labor, así como la del anotador, es clave en todos los partidos y siempre es necesario contar con uno de esos obreros dispuestos a hacer el trabajo sucio, a ensuciarse las manos en beneficio del resto. 

Actualmente está recuperándose de una lesión, pero nada quita su valioso aporte en cada partido y torneo. Todos para uno y uno para todos, dice la leyenda. Todos para Pato y Pato para todos la podríamos llamar nosotros. 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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