Basquetplus.com

Más allá de la enorme proyección que siempre se reconoció en él, la noticia no dejó de sorprender: el Barcelona fichó al cordobés Leandro Bolmaro por cinco temporadas, en principio con la idea de que se desarrolle en su filial que compite en la LEB Oro.

Probablemente para aquel que no esté tan interiorizado en el mundo de las categorías juveniles argentinas, el perfil de Bolmaro puede resultar una incógnita. Y por eso, les proponemos repasar los datos más importantes de esta joya de tan solo 17 años y 2 metros de estatura.

Lo primero que hay que saber con respecto a Bolmaro es que es nacido en Las Varillas, célebre ciudad cordobesa para nuestro básquet (de allí también es Fabricio Oberto). En lo que respecta a lo deportivo, hay que marcar que sus primeros pasos llegaron lejos de la pelota naranja: era un destacado atleta juvenil, compitiendo principalmente en pruebas combinadas (hexatlón y octatlón).

Finalmente, gracias al vínculo que su padre tenía con ese deporte y a sus condiciones naturales, Bolmaro se inclinó por el básquet, de la mano del club Almafuerte de su ciudad. Luego, ya en el 2017, tuvo un paso por El Ceibo de San Francisco, para eventualmente llegar a Bahía Basket, equipo al que eligió por encima de otra opción fuerte como era la de Obras Basket.

El potencial de Bolmaro comenzó a quedar desplegado en todas estas competiciones, tanto regionales como nacionales y no pasó para nada desapercibido para los scouts: participó de dos Basketball Without Borders (2017 y 2018), de un NCAA Next Generation Sunday (2018) y lo más importante, del súper prestigioso Nike Hoop Summit (2018), donde pudo anotar 6 puntos en 10 minutos en cancha.

A su vez, el cordobés fue ganando roce en la Liga de Desarrollo, tuvo algunas participaciones limitadas con Bahía Basket en la Liga Nacional y se destacó en el Sudamericano U17 de Lima 2017, donde Argentina fue subcampeona de Chile.

De todas formas, no fue solamente este palmarés el que llevó al Barcelona a apostar por él, sino básicamente su potencial a futuro. Se trata de un caso raro dentro del contexto de nuestro país, mostrando condiciones muy difíciles de encontrar en nuestras inferiores: combina gran altura y capacidad atlética para la posición, pero además interesantes dotes creativos.

Si bien todavía debe pulir mucho de su juego, especialmente con el lanzamiento externo, el chico de Las Varillas tiene todo para ser una estrella, con un buen perfil defensivo, pero sobre todas las cosas, un desequilibrio individual fenomenal, tanto para anotar como para hacer jugar al resto. No es común ver jugadores argentinos por encima de los 2 metros siendo capaces de dominar en situaciones de 1 vs 1 o pick and roll, dos facetas en las que Bolmaro se siente particularmente cómodo (al punto de que puede ver algunas posesiones como base).

Ahora la clave pasará por potenciar todas esas virtudes y empezar a consolidarse como jugador. Lo positivo es que posee material de sobra y podrá trabajar en uno de los mejores clubes del mundo para alcanzar su techo. El futuro ya está en sus manos.