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Disputar apenas un partido en la NBA es una empresa bastante difícil de lograr para cualquier basquetbolista profesional. Convertirse en el jugador con más presencias en la historia de la etapa regular de liga estadounidense es un logro que sólo puede presumir una persona: se trata de Robert Parish, una de las grandes leyendas que ha dado la competencia.

The Chief, como fue conocido durante toda su trayectoria, llegó a la competición en el Draft de 1976 y recaló en Golden State Warriors. Allí disputó cuatro temporadas en las que jamás bajó de los 72 encuentros, pero la mejor etapa de su vida deportiva aconteció en Boston Celtics. Vistió la camiseta de los orgullosos verdes entre 1980 y 1994: un total de 14 campañas.

En once de elllas participó de al menos 79 enfrentamientos. Curiosamente, en sólo una no faltó a ninguno. Fue durante la de 1980/81, cuando registró 82 apariciones. En ese lapso, fue capaz de coronarse campeón de la liga en tres ocasiones, de ser All-Star en nueve y de conformar uno de los mejores Big Three de todos los tiempos junto a Larry Bird y Kevin McHale.

Lo que pocos recuerdan es que, luego de ese paso exitoso por la franquicia de Massachussets, Parish defendió los colores de Charlotte Hornets y de Chicago Bulls. Con estos últimos, volvió a levantar el trofeo en 1997 como miembro del segundo Three-peat. Al finalizar su carrera tras ese curso, se retiró con un acumulado de 1611 partidos jugados en la temporada regular.

El siguiente en la lista es Kareem Abdul-Jabbar, con 1560. ¿La mayor amenaza? LeBron James, quien en su temporada diecisiete ha alcanzado los 1265 y va por más. Pero, mientras tanto, tendrá que mirar de abajo al hombre que más veces dijo presente en la élite.