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Estados Unidos y Francia abren la última jornada del Grupo B, enfrentándose desde las 14:15, con la posibilidad de lograr el primer puesto en juego para ambos seleccionados.

Por el lado de Estados Unidos habrá que ver cómo se presentan, luego de dos partidos en los que estuvieron lejos de su potencial. Tanto Australia como Serbia tuvieron chances de dar el golpe contra los de Krzyzewski, quienes terminaron evitando las caídas para mantener su actual invicto.

De todas maneras, los NBA se han mostrado un tanto vulnerables en sus últimas actuaciones, especialmente dando muchas ventajas en el costado defensivo. Está claro que tienen el material para volver a las fuentes y dominar partidos por diferencias superiores a los 20 puntos, pero si no dan su 100%, un seleccionado talentoso como el francés, podría sorprenderlo.

Francia, por su parte, ha sido algo irregular en el torneo, aunque viene de tres victorias seguidas. Empezaron muy mal contra Australia, vencieron a los más débiles Venezuela y China, y en el medio se llevaron un partido que parecían tener perdido (y en el que ambos jugaron mal), contra Serbia. Desde los resultados, no hay nada que reprocharles a los de Collet. Desde el juego, la historia es distinta.

Lo bueno para los franceses, es que en cuanto a calidad técnica y versatilidad física-atlética, son lo más parecido del certamen a Estados Unidos. Con jugadores de claro corte NBA como Parker, Batum, Diaw, Gobert y Lauvergne, más varios cracks FIBA como De Colo, Francia tiene equipo como para soñar, siempre y cuando el rival contribuya.

Desde los duelos será interesante seguir el de aleros, con dos jugadores altos, versátiles y de brazos largos, como Kevin Durant y Nicolas Batum, quien por ahora no está teniendo un torneo muy destacado. Además, también se producirá un choque de estilos entre Carmelo Anthony y Boris Diaw, quienes seguramente intentarán marcar ventajas con sus respectivas virtudes en ofensiva: Anthony aprovechando su velocidad y tiro, y Diaw llevándolo al poste bajo.

En cuanto a las chances de posicionamiento, Estados Unidos se garantiza el primer puesto solo con una victoria, mientras que Francia debe ganar y esperar una caída de Australia para llegar a la punta (o hacerlo por más de 33 tantos, algo imposible). La buena noticia para ellos es que no pueden caer más abajo de su actual tercer puesto.

Intentando redondear una muy buena fase de grupos, Australia se enfrenta a Venezuela desde las 19, en un partido que muestras a seleccionados con objetivos tan claros como distintos.

Australia ha sido la grata revelación del torneo y exceptuando una peleada caída con Estados Unidos, se ha mostrado bastante superior al resto de sus rivales. En su último partido, ante China, reguló y aún así le alcanzó para ganar comodamente. De hecho, en ese encuentro le dio descanso a una pieza fundamental como Andrew Bogut y habrá que ver si Lemanis hace algo parecido contra la Vinotinto.

El poderío australiano va ligado al muy buen balance que han encontrado: sus pivotes son durísimos y cierran la zona pintada, mientras que en ataque tienen una media-cancha excelente, con roles bien definidos (Mills anotar, Dellavedova conducir).

Por el lado venezolano, hay que marcar que más allá de su victoria ante China, los dirigidos por el Che vienen estando lejos de los rivales más fuertes de la zona. En su última presentación perdieron por 40 puntos ante Francia y este domingo al menos intentarán cambiar esa imagen.

El problema para Venezuela es el que se esperaba desde la preparación: la falta de goleo. En cuatro partidos han promediado apenas 64,7, cifras con las que resulta prácticamente imposible competir a este nivel. A pesar de que su esfuerzo defensivo es bueno, sin un mayor caudal de puntos todo se le complica el triple.

Australia todavía tiene algunas chances de terminar la zona primero. Para eso debe ganar y esperar una derrota de Estados Unidos ante Francia por 32 puntos o menos. Si gana pero también lo hacen los de Krzyzewski, mantendrán el segundo lugar.

En el caso de los venezolanos, la situación es mucho más complicada. Para poder meterse entre los cuatro primeros deben no solamente ganar su partido, sino además esperar un poco probable triunfo chino ante Serbia. Muy difícil pero insistimos: lo importante es que si les toca despedirse, lo hagan mostrando su mejor cara posible.

Luego de tener a Estados Unidos contra las cuerdas, Serbia intentará cerrar con una sonrisa una fase de grupos por demás accidentada, en la que apenas han logrado ganar uno de cuatro encuentros.

A la hora de los análisis, no hay dudas de que Serbia es uno de los equipos más difíciles para resumir. Por un lado, su marca de 1-3 tiene su obvia importancia. Sin embargo, desde el juego los de Djordjevic no han estado mal (al menos de a ratos) y muestran que tienen el potencial para soñar con una medalla. Es el clásico equipo que puede dar alguna sorpresa en el cruce directo de cuartos de final.

Un tema con los europeos han sido sus cierres. Tras perder ampliamente con Australia (95-80), despés sumaron un par de caídas en juegos que tranquilamente podrían haber ganado: se les escapó sobre la hora el duelo con Francia (76-75) y tuvieron el triple del empate contra Estados Unidos (94-91). Por eso marcamos que el 1-3 es algo mentiroso y nadie debe perder de vista a este equipo, de cara a los juegos más importantes del certamen.

China, por su parte, se ha visto como el equipo más flojo del torneo. De hecho, es el único que todavía no ha ganado y acumula una diferencia promedio de 28,5 puntos en su contra por partido. No solo dan algunas ventajas en lo defensivo, sino que además no han logrado anotar por encima de 68 unidades en ninguna de sus presentaciones.

Las cuentas para Serbia son bastante sencillas. Los balcánicos ya saben que no pueden aspirar a más que un cuarto puesto, algo que asegurarían con una victoria. Si pierden, un triunfo venezolano puede dejarlos eliminados.

En el caso de los chinos, las posibilidades de llegar a cuartos existen, pero son mínimas: no solo tienen que esperar que Australia supere a Venezuela, sino que además derrotar a Serbia por 14 o más puntos.