Rumbo al Mundial 2019

Sergio Hernández: "La ilusión siempre juega un papel importante"

23:01 16/07/2019 | Charlamos en profundidad con el entrenador de la selección argentina, a poco del inicio de la preparación y 40 días del comienzo del Mundial.

Foto FIBA

Cada vez que uno se sienta a charlar con Sergio Hernández tiene que tener en claro varias cosas: a) debe estar con tiempo, porque será larga; b) habrá que tener claridad para elegir un título, porque tirará varios; c) se irá aprendiendo algo, seguro. Con esas previsiones hechas, nos dispusimos a la conversació con el bahiense. 

- Arranquemos con el Mundial U19. ¿Qué reflexión te queda después del torneo?
. Yo seguí todo el proceso con estos chicos y, si me tengo que basar en 7 partidos, sería muy poco. Lo bueno de esta camada es que lleva mucho tiempo junta y no se ha diseminado tanto. Tienen la particularidad de funcionar, como grupo y como equipo, y a la vez tiene talento y proyección. Muchas veces, desde que miro U19, veíamos equipos competitivos o con carácter pero interiormente nos preguntábamos, ¿de acá quién puede llegar a la mayor? Hoy, en esta camada, ves a jugadores: Bolmaro puede ser, Cáffaro tiene todo para ser un jugador internacional bueno. Mide 2.15, físicamente es un toro, tiene un carácter tremendo está en un programa de desarrollo como el de la Universidad de Virginia y tiene el deseo. ¿Qué problema puede haber para que no llegue a ser un jugador de grandes Ligas? Muy difícil que no lo sea. A un jugador de 2.15 todos lo quieren. Y está el pibe Fernández, de 2.07 y 16 años. Y parece que tuviera 25. También en un buen programa de desarrollo. Y también está Juani Marcos, que en la Liga alternaba buenas y malas, más buenas que malas, y en el Mundial demuestra ser uno de los mejores bases de la competencia. Y así podría nombrar a otros... Chapero con 2.10, que entiende el juego, pone la pelota en el piso. De todos modos, el balance fue bueno. Jugamos 7 partidos, ganamos 5 y 3 contra equipos europeos. Después no estuvimos a la altura el día del cruce, pero entiendo que ocurrió un día después de levantarle 20 puntos a Grecia y eso genera mucha excitación en un jugador de 19 años. Encima contra un equipo atlético como Puerto Rico. Pero ese día jugamos mal, no tuvimos claridad conceptual, los chicos estuvieron nerviosos y jugamos un mal partido. Quedamos afuera. No cambia demasiado la ecuación. El primer compromiso que tiene que tener cualquier es con lo que hace. Si vos tomás a Manu, Scola, Oberto, Nocioni, Campazzo, Lapro, Leo Gutiérrez, Mata, etc, su primer compromiso es con el básquet. Honran, respetan y aman lo que hacen. Después van defendiendo la camiseta que tengan puesta. Es mentira que ellos defienden con más pasión la camiseta argentina que la de su club. Cuanto estás compitiendo, defendés la camiseta con la misma pasión. Porque están comprometidos con lo que hacen. Y estos pibes lo hacen desde que tienen 15 años: aman el básquet, conocen de básquet, saben de básquet internacional. Es una camada que no tiene solamente buenos jugadores. Te sentás con ellos y hablan de básquet. Saben de Euroliga, de NBA, de ACB, de la Liga. Por eso estoy contento con este grupo, más 6/7 chicos que podrían haber estado. 

- De hecho, si vos mirás para atrás, la Argentina tuvo dos medallas en U19 y pocos de esos jugadores llegaron a la mayor. No más que los equipos que terminaron 10º o 12º. 
. Es así. No hay relación directa. Decime en qué torneo U19 jugaron destacadadamente nuestros dos bases, como Campazzo y Lapro. Nico fue 3º base en el 2009 y Campazzo no estuvo. Y hoy mejoró en todo el mundo eso porque se entendió que había que priorizar la proyección y no el resultado. Argentina lo viene haciendo con todas las selecciones menores, desde la U14. 

- Vos que estás adentro. ¿Lo que hacen estos pibes, cuánto tiene que ver con no defraudar el legado de la GD?
. Siempre el espejo en el que vos te mirás es importante. Lo que pasó en el básquet en los últimos años en la mayor fue tan fuerte que nos vemos beneficiados y tenemos mucha parte del camino allanado. No es solo de la GD, es de la selección argentina mayor de los últimos 20 años. Porque hoy sigue demostrando conducta, disciplina...si no parece que todo recae en esas personas que decidimos llamar Generación Dorada. Lo que es real es que encontramos una manera de hacer las cosas que nos queda cómoda con nuestra naturaleza acondicionada a nivel internacional. Antes, si jugábamos a lo argentino, perdíamos porque se jugaba de otra manera. Y si jugábamos de otra manera perdíamos identidad. Lo que pasó es que eso se fusionó. Lo que decía León. Que cuando nuestros jugadores fueran a Europa le iban a devolver esa sapiencia adquirida a la selección. Y pasó eso. Hace poco fui a ver Madrid-Barcelona, porque a poco del Mundial, ese nivel era el mismo de una semifinal del mundo. Es el mismo básquet. Cuando jugás en Euroliga, al año te entrenás todos los días al máximo y jugás 20/25 partidos del nivel de una semifinal del mundo. ¿Cómo no le vas a trasladar eso después a la selección? Antes no pasaba. Milanesio, Campana, no jugaban en los mejores equipos del mundo. ¿Quién puede dudar que Milanesio o Campana con 5 o 6 años de experiencia en Europa hubiesen sido top? Pero no tuvieron esa chance. Esta camada de chicos jóvenes no necesitan que le expliques con lo que se van a encontrar en un Mundial. 

- Vos tenés ahora 7 u 8 que juegan todos los días contra los mejores, pero como equipo daría la sensación de que todavía somos vírgenes, que no sabemos dónde estamos. ¿Podemos apoyarnos en algo o es solo ilusión?
. El mismo talento que tenemos hoy, si no jugara en Europa, no tendríamos ninguna chance de tener ilusión en este Mundial. La tenemos porque contamos con buen personal y ese personal lo tenemos compitiendo en el mejor nivel mundial todos los días. Por eso podemos tener alguna ilusión de competir a alto nivel, como un Mundial. Si no es imposible. Esa es la verdad. La ilusión, de todos modos, juega un papel importante. Vos tenés que sentirte un poco superior a lo que podés ser. El tema es el manejo de las expectativas. Eso siempre es clave. En la vida. El éxito y el fracaso van de la mano de las expectativas y los líderes tenemos que estar encima de eso, siempre y cuando no dañemos la ilusión. Porque la ilusión es un combustible que te hace hacer cosas que quizá no podrías hacer. El exceso de precaución te hace por ahí ser mediocre. Y el exceso de ilusión te hace frustrarte muy rápido. Si perdemos contra Nigeria, que puede pasar, no podemos venirnos abajo. Lo que no podemos hacer es pensar que vamos a perder contra Nigeria. 

- Vamos al tema selección. ¿En qué momento de la preparación estás? Porque este año es distinto, vas a dos torneos, porque el Mundial se juega de otra manera. ¿Lo tenés armado por etapas?
. Es que no tenemos muchas etapas. Tenemos la parte de Bahía Blanca, dos amistosos en Buenos Aires y a competir. Tenemos un terreno ganado que nos dieron las ventanas, porque nos permitió mantener una identidad que este grupo tiene desde la Americup. Qué juego nos conviene, del bloque defensivo alto, tratando de disimular la talla, y la capitalización de los errores del rival con ataques rápidos. Nosotros metimos el 75% de los puntos de  entre ataque rápido y ataque secundario, o de transición. Desde la Americup. Nosotros tenemos nuestra ofensiva muy sostenida por el ataque secundario. Casi ni tenemos que llamarlos a los ataques. Nos acostumbramos a dos bases que tienen mucho la pelota en la mano, como Campazzo y Laprovittola. Nadie ya se queja de eso. La posibilidad de jugar con doble base como algo totalmente natural. Disimulamos la falta de hombres altos que jueguen de espaldas con la caída muy potente al aro. La fabricación de espacios para que eso suceda. Todo basado en velocidad y dinámica...

- El VeDiMe de Antonio Manno...
. ¿Vos te reís? Para mí Manno fue un adelantado y un incomprendido. Yo estoy queriendo conseguir un manuscrito de él. Si alguien lee esto y lo tiene, que me lo facilite. Velocidad y dinámica mecanizada. El GEPU de Manno hacía eso al extremo. Nunca pudo, quizá, encontrar el equilibrio. Pero el básquet de hoy es velocidad y dinámica mecanizada. El básquet de Manno es el que juegan los Warriors. Con menos presión en toda la cancha. Mis respetos y homenaje para Antonio. Nunca crucé dos palabras con él. Bueno, nosotros tenemos todo eso funcionando. Ahora queremos agregarle algunas cosas que tienen que ver con la defensa, básicamente en todo el campo, pero todo tiene que ver con esta idea. Creo que una semana en Bahía nos va a alcanzar para eso. 

- Además estás arrancando un proceso de 60 días. 
. Sí. Después tenemos algo extraño como es jugar los dos torneos con el mismo equipo, que fue una idea mía, de la que me hago cargo y de la que estoy plenamente convencido. Vamos a los Panamericanos con la idea de concentrarnos en los Panamericanos. No de preparación para el Mundial. Porque a la larga cuando competís te preparás. Además nosotros, Argentina, no estamos para darle rodaje a una nueva camada, una nueva generación, subestimando torneos. No es el momento. Hubo momentos que sí era clave eso. Hoy me parece mejor darle rodaje a este grupo, e incluso ir con el cartel de candidato a medalla colgado del pecho. A ver qué hacemos. Eso forja carácter, grupo, equipo.

- Vos dirigiste a la selección en los últimos 13 años, con el parate entre 2010 y 2014. Empezaste con un juego interior muy poderoso, seguiste con aleros poderosos y ahora tenés bases poderosos. ¿Te genera mucho laburo ese cambio o es un cubo mágico donde girás una parte y sigue todo igual?
. Hace 13 años el básquet era otro. Había poco tiro de tres puntos, mucho poste bajo, una defensa más de esperar, mucho menos pick and roll. Fijate que ahora el pick and roll está un poco para abajo. Tocó su techo hace 3 o 4 años, y bajó un poco porque todas las defensas estaban armadas para defender el p&r. Entonces los equipos empezaron a buscar otras alternativas en ataque. Igual, si vos seguís mi historia como entrenador, me potencié más con perímetros picantes que con juegos interiores grandes. No es una virtud ni un defecto. Pero me siento seguro con bases o escoltas poderosos. Tácticamente el trabajo no me cambia mucho. Sí digo que vamos a extrañar un hombre grande más de verdadera talla internacional. No tenemos. Es la realidad. Con todo el cariño que tengo por tipos como Gallizzi. No tenemos el 2.08 o 2.10 que juegue y que entrene todos los días al mejor nivel internacional. 

- El que se supone debería ser a futuro Francisco Cáffaro. 
. Sí, en unos años. Apostamos a qué así sea, y también a que aparezca otro. Este chico Fernández del U19 por ejemplo. Este perímetro, con un jugador más que intimide, que mantenga el mismo juego que hace Delía cuando él salga, sería mucho más bravo. Nosotros podemos tener serios problemas ahí. Tendremos que hacer un juego muy inteligente para disimular eso. 

-¿Te preocupa solo para defender o también para atacar?
. No, para defender. Para atacar no. Vamos a encontrar soluciones. En ataque lo podemos disimular todavía con Luis (Scola). Lo hace y solo por llamarse Scola van a ir tres contra él. En defensa vamos a sufrir el tema. Tanto Campazzo, como Vildoza, o Lapro o Brussino, están acostumbrados en sus equipos, en los bloqueos directos o en las salidas de los rulos, a enviar a sus defendidos hacia el aro, total después se tienen que enfrentar a Poirier, o Tavares, o Ayón, etc. Nosotros tenemos solo a Marcos. Hace dos foules y no lo podemos proteger. Y sé que si Scola tiene que jugar de cinco lo va a hacer, o al otro pivote que vaya también, porque el argentino tiene eso, pero nos faltaría uno más. Acuña lamentablemente no tuvo una buena temporada. A la selección no llegás solo por centímetros, tenés que mostrar avances. 

- Ahora tenés una preselección de 14. Experimentaciones no creo que hagas. 
. Todo puede ser eh (sonríe). Mirá, Bolmaro o Cáffaro (NdR: la entrevista fue realizada antes de la baja de Cáffaro), es difícil extrapolar lo que hicieron en el U19 a la mayor. La única forma es que vengan ahora, y les diga que se enfrenten contra Garino, o Fjellerup o Delía. Si lo hace mejor que el otro, a la cancha. Me ha pasado a mí, a Lamas. 

- Lo primero que recordé cuando agregaste a Bolmaro fue lo de Lamas con Ginóbili en 1998.
. Y sí. Si el chico demuestra estar a la altura... Yo, en este caso, no voy a llevar a nadie para que haga experiencia. Si va, es porque puede entrar a la cancha cuando haga falta y jugar. Lo que no puedo hacer es llevar a alguien que cuando entre yo tenga que asumir que va a cometer errores. 

- Concretamente, lo que no hay es backup de Marcos. 
. No, hoy no hay. 

- O es Gallizzi o Agustín Cáffaro. 
. Hoy sí, pero a Agustín lo estuvimos usando de cuatro. Él siente más ese puesto. A mí eso no me genera un problema, porque el problema es atrás. Yo adelante puedo disimular jugando a veces con dos cuatros. Es más difícil jugar con dos cincos. Pero atrás yo necesito gente que ocupe espacios, que intimide. Cáffaro, en los partidos de las ventanas, lo hizo bien. Muy por arriba de lo que todos esperábamos. Lo hizo brillante, pero tiene que demostrar que lo puede volver a hacer. 

-¿Se tiene que parecer el que vaya a Marcos? Porque tanto Taya como Cáffaro son distintos a él. 
. Sí, son diferentes, es verdad. Son más parecidos Cáffaro a Taya que ellos a Delía. La ventaja de Marcos es que tiene 2.09 reales, tiene timing, una enorme comprensión del juego y prácticamente no comete errores. Eso para mí es tremendamente valioso. Entiende cómo jugar con Campazzo, cómo con Brussino, cómo jugar conmigo. Yo a Delía le doy un lugar muy importante en el equipo. Tengo un concepto muy valioso de Marcos. Me gustaría tener otro Marcos más. 

-¿Tenés tu estructura armada del plantel? Porque sobran tres. 
. No, cero. Trato de no tenerla. Quiero ver con qué me encuentro. 

- Piñero es un cuatro moderno, pero no sé si a nivel mundial te queda corto.
. Sí, pero fue a Estados Unidos y les metió 5/5 triples. El asesino es asesino. Esos tiradores son tremendos. Los tenés que defender todo el tiempo. Lo hacen en automático. Lo que hizo Piñero en la Liga y en la última ventana lo ponen para que la pelee. Después habrá que ver si entra dentro de la estructura.

-¿Tenés un índice de preocupaciones?
. Todavía falta entonces estamos todos tranquilos. Lo único que pensaba hasta ahora era que nadie termine lesionado. Ahora ya pasó. Después, a este grupo todos lo queremos tanto, que no queremos que le vaya mal. ¿Qué es que le vaya bien? No sé. Pasar la primera fase, ser competitivos, llegar al cruce. Sería un premio para este grupo, que además uuega bien al básquet. 

- Que les vaya bien, aparte, no permitiría de una vez y para siempre "soltar" a la Generación Dorada.
. En algún punto la tenemos que soltar sí o sí, porque creo que los que siguen en acción, de alguna manera, la soltaron. Leo Gutiérrez la soltó. No tenés tiempo. La memoria sobre esa selección y el agradecimiento van a ser eternos, pero quedarte sentado sobre un logro es lo peor que le puede pasar a una sociedad.

-¿Hablasta alguna vez con Scola sobre su famosa frase en La Rioja, donde dijo que la situación lo hacía acordar a la previa de Indianápolis 2002?
. Me acuerdo una cosa con Luis en Formosa, después de ganarle a Puerto Rico con una exhibición de básquet, que vino y me dijo 'Sergio, tenemos que empezar a hablar de otra cosa; son buenos en serio'. Puerto Rico había venido con todo. Luis confía en este equipo más de lo que cualquiera puede confiar. Y él está convencido de que este grupo tiene muchas similitudes con aquello. Él lo dice, de todos modos, más por cómo funciona el equipo. El grupo, la mentalidad competitiva, los hábitos, que siempre quieren más, que termina un partido y en la mesa se habla de básquet, que si se hace una actividad la hacen todos juntos o no se hace, que se multan a sí mismos, se exigen a sí mismos. Él lo dice por eso, y obviamente todas estas cosas después tienen que ver con lo que pasa adentro de la cancha. A veces pasan cosas que no deberían pasar, como dominar situaciones para las que no estamos preparados. Entonces te preguntás por qué. Hay una energía ahí que cuando estás en ese momento sentís que la tenés que duplicar. Que el de al lado tuyo te necesita. Tanto Luis como yo, igualmente, no queremos que se nos haga volar demasiado. Pero por ahí llega un momento en el que nos tendremos que decir, 'che, estamos para un pasito más'. Si no sos un cagón. 

-¿Durante la temporada que te provocó lo que de Campazzo, Lapro, Vildoza y el resto de los chicos?
. Es extraño. Los dos bases de Argentina son los dos MVP de la temporada ACB. Y después vienen acá y hacen un campus juntos. Yo los sigo, los miro. En un momento estuvieron arriba todos. Incluso Vildoza estuvo arriba de los dos. También hubo buenos momentos al mismo tiempo de Deck, de Brussino, de Garino. Lo que te da es satisfacción y querés que jueguen más. Lo que hicieron es el último eslabón de lo que necesitan tener para traerle a la selección. Cuán beneficiados estamos siendo. El otro día mirando a Facundo veía lo que sucede a su alrededor en el club más importante del mundo, como es el Real Madrid, y me acordaba cuando a los 15 años yo lo cagaba a pedos porque llegaba a la mañana sin haberse lavado la cara. Facu era un desorden absoluto, y yo le decía que tenía que ordenarse, dormir cuando correspondía, comer lo que correspondía, que tenía que mejorar los hábitos. Y él me preguntaba si eso lo iba a hacer jugar mejor al básquet. Entonces yo le contestaba que era un atolondrado jugando, y que si mejoraba afuera de la cancha iba a mejorar adentro. En todos los viajes le llevaba 3 o 4 libros y le decía que me tenía que hacer, aunque sea, el resumen de uno al volver. Hasta que un día en Córdoba me pidió que lo acompañara a comprarse su primer libro. Hace un par de viajes, lo voy a visitar y viene y él me regala dos libros. Uno, La magia del orden, de Marie Kondo, donde explica cómo a partir de ordenar tu casa ordenás tu vida. Él lo hizo. Regaló cinco valijas de ropa nueva, para tener lo justo y necesario. Y el otro libro fue Cerebro de pan, que es la dieta que él sigue. Ese día dije 'ya está'. Al final siempre te superan. En un momento estaba en el palco y viene Florentino Pérez y me dice 'A Facundito no se lo van a llevar fácil eh'. Qué loco es esto. Pero pasa con muchos jugadores argentinos. Ayer me manda un mensaje Juan Llaneza, que es del Barcelona, y me dice 'verás como Bolmaro no te decepciona ni un segundo en los entrenamientos, mucha suerte'. 

-¿Te sorprendió Bolmaro?
. No sé si me sorprendió. Yo lo venía viendo entrenar y se notaba que era diferente. El pibe es bueno. 

- Te cambio de tema, ¿cómo es tu situación?
. Si termina el Mundial y no nos clasificamos a los Juegos Olímpicos, ya está. 

-¿No dirigirías el repechaje olímpico?
. No. Si vamos a Tokio directo sí, pero si no ya está. Creo que después del Mundial tiene que empezar otro proceso e cuatro años. Ningún entrenador puede estar fulltime diez años. 

-¿Cuándo vas a estar disponible para dirigir entonces?
. Para la 2020/21 ya voy a estar. Después del Mundial estaría libre. 

Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus

 

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