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“Estamos de vacaciones en este momento, pero tendremos escuela la próxima semana. Me organicé de tal manera que puedo seguir estudiando acá mientras juego”, le dijo a un periodista Jacob Patrick, según una traducción de la revista Gigantes. Y se vuelve al colegio de qué manera, siendo el anotador más joven en la historia de la Bundesliga de Alemania.  

Pelo rubio, brazos largos y figura esbelta. Jacob, a sus 16 años, seis meses y 17 días, logró algo con que los otros niños de su edad sueñan. Marcó ocho puntos en tan sólo 12 minutos, en la segunda victoria en fila de su equipo, el MHP Riesen Ludwigsburg. Lamentablemente, el conjunto (en el que su hermano también es jugador y su papá entrenador) no pudo clasificarse a cuartos de final, pero eso no quita de foco su impresionante logro.  

En el primer encuentro no pudo convertir, pero en el segundo estaba listo para el desafío. Su mano sería el medio y su mecánica el fin. Así fue que logró anotar dos triples para convertirse en el anotador más imberbe del torneo, superando a Alexander Heide, que tenía el récord tras anotar a sus 16 años, siete meses y 24 días.  

Mide 1,93 y pesa 75 kilos, su físico es escueto y todavía tiene un largo trecho para desarrollarse. Nada de eso le importó. Se vistió, entró, lanzó y convirtió con la frialdad de un veterano. Se llama Jacob Patrick y les conviene recordar su nombre. Seguramente lo escuchen con frecuencia en el futuro.