Entrevista

A fondo con Carlos Delfino: "Jugar en la selección es lo más lindo que hay"

22:34 23/04/2021 | Charlamos con el santafesino, que jugó su primera temporada completa después de 8 años. Recomendación: no te la pierdas.

Carlos Delfino en Pesaro, donde completó una temporada tras 8 años sin poder hacerlo

Carlos Delfino descansa en Cento, su lugar en el mundo hoy, al norte de Bologna y a 200 kilómetros de lo que fue su último paradero, Pesaro, en Italia. Descansa es una forma de decir. Hace de chofer de sus mellis de 8 años y de su esposa, y le mete a pleno en la recuperación de una traicionera fascitis plantar que lo dejó afuera de los últimos partidos de la temporada, con el 99% de chances de salvar la categoría y pocas de alcanzar los playoffs. Por eso completará su recuperación en su casa. Allí atiende a Básquet Plus, siempre gentilmente. 

-¿Cómo estás de la lesión?
. Estoy con una férula, porque la fascia plantar hay que tratar de no moverla, tratando de hacer poco, porque el período de recuperación es hasta de 45 días. Así que hago pileta, empecé con la sonda de urto, láser, magneto, ultrasonido...todo lo que hay, pero cuando estoy en el tiempo libre, uso la férula. Bien, porque podría haberme roto algo mucho peor. Una cagada por el momento en el que fue. Nosotros estamos casi salvados del descenso y casi afuera de los playoffs, por eso me fui a casa, porque no llegaría a jugar en ningún caso. 

-¿Venías con molestias?
. Me venía molestando un poco el talón, pero no le dí mucha bola. Era el pie sano, no el súper toqueteado, pero seguí entrenándome mucho, hasta que en el último partido que jugué, me pegó el tirón y pasó de una molestia chiquita a "me rompí algo". 

-¿Tuviste miedo que fuera el Aquiles?
. No, porque enseguida noté que era abajo del pie. Pero los que lo vieron por televisión sí pensaron eso, porque la secuencia parecía eso. Por cómo me moví y me tiré cuando salí. Ahora estoy mucho mejor. Ya hay días sin dolor, pero por experiencia, sé que es el momento en el que tengo que hacerle mucho caso a los doctores. Lo volví a ver a Gianini (el médico que le encontró la vuelta a su lesión en el pie que lo tuvo 3 años sin jugar), que es para mí es Dios, y que él me diga que voy a estar bien, me tranquilizó. 

-¿En qué momento de la temporada te agarró la lesión?
. Estaba entrenándome un montón, porque el equipo venía no de la mejor manera, pero me sentía bien. Se me trabó un poquito la cabeza, porque quería terminar el año sano. Si miro el vaso medio lleno, el torneo prácticamente lo terminé y no me rompí. Esto es como doblarte un tobillo. Pero me quedó un poco de sabor amargo. Quería también llevar al equipo a los playoffs, pero quedamos en el medio. Igual estoy tranquilo. Jugué casi toda la temporada, por momentos en un buen nivel, por momentos no, pero estoy muy contento. Con un equipo que se armó para pelear la categoría, jugamos la final de la Copa Italia y no vamos a descender. 

-¿Qué tenías vos en mente al momento de la lesión? A futuro digo. 
. Estoy con muchas más ganas de seguir jugando que de dejar de jugar, si es que iba para ese lado la pregunta. 

- Iba para ese lado y también para ver si tenías algún rincón pensando en Tokio.
. A ver. Yo estuve afuera de todas las concentraciones y demás. Ahora, nunca dije que no voy y nunca renuncié ni voy a renunciar. Siempre digo lo mismo. Después terminan poniendo de título "Quiero ir a Tokio". Obviamente quiero ir a Tokio, pero para eso tienen que pasar cosas. Si me llaman a una preselección, pienso que puedo estar preparado y para que me vean. Después, el entrenador llevará a los 12 que crea. Yo controlo las cosas que me tocan a mí. No me voy a tirar para atrás con eso. 

- Te lo digo porque, para ser sincero, la primera vez que salió, pareció medio una broma. Después, cuando uno te vio jugar como jugaste la temporada, al nivel que lo hiciste, mi conclusión es que estás bastante mejor que cuando fuiste a Río.
. A Río fui sin jugar. Había estado parado. Pero ahí fue igual. Sergio (Hernández), me llevó, me probó y, si mirás el torneo de Córdoba, estaba en un nivel quizá mejor que el de ahora. Contra Serbia, Francia y Croacia. Después, en los Juegos, me quedé sin nafta, es cierto. Uno es autocrítico y exigente y en Río no estuve a la altura de Beijing o Londres. Pero no creo que no haya sido merecida mi presencia luego del torneo de Córdoba. Me quedé sin nafta después. Ahora tengo más entrenado, más probado y más tranquilo yo que en ese momento. Pero lo seguiré estando si no me llama nadie. Porque de hecho después de Río no me volvieron a llamar para la selección, y la vida sigue. No pasa nada. No voy a dejar de querer que la Argentina gane. Me puso muy contento lo que hicieron en el Mundial, sin mi presencia en ninguna ventana pre ni post. Yo no trato de autopostularme ni nada, y siempre dije lo mismo, no ahora que estoy más grande. Lo decía cuando tenía 28 años y estaba en Detroit sin jugar. Si no me llama la selección para que esté otro, está bien. La selección es muy grande y no tiene que depender nunca de ningún nombre. 

- Vos nunca renunciaste. 
. Y no voy a renunciar nunca, hasta el último día que juegue, porque es lo más lindo que hay jugar con la selección. Es un orgullo. Ser parte de un equipo no es lindo solo cuando jugás los 40, como en el Mundial de Turquía. Ahora, si tengo que ir para dar un grito de aliento, ayudar en un vestuario o ser el número 12, para mí tiene igual un valor importantísimo. Yo gané una medalla de oro olímpica jugando muy poco. Y sé lo que es apoyar a un equipo, jugando o no. Yo estoy abierto a cualquier posibilidad. Hoy pienso que puedo seguir jugando. A principios de año, cuando me llamó Repesa (DT del Pesaro), la idea era jugar 15 minutos y de cuatro. Y ayudar al equipo. Terminé jugando de tres todo el año y casi 30 minutos, siendo capitán del equipo. Una responsabilidad grande. Totalmente distinto a lo que pensamos antes. ¿El año que viene puedo jugar? Y creo que sí. Lo hablaré con la familia. Esto de jugar cerquita de casa me gusta mucho. En la semana puedo llevar a los chicos a la escuela, me voy a Pesaro que está a una hora y media, y una a o dos veces me escapo y vuelvo a casa. Les hago un asadito, hago la tarea con ellos, puedo estar presente, y me doy el gusto de jugar. Seguramente voy a seguir jugando. 

- Me parece increíble que esta haya sido tu primera temporada entera desde la 2012/13. 
. Y sí. Cuando terminé Río fui a lo de Gianini y me saqué un dolorcito en el pie. Después me fui antes de estar muy bien fiché en Boca, pero no terminé muy contento. Al año siguiente empecé en Vitoria, con Pablo (Prigioni), un poquito, y cuando se fue no jugué más. Luego me entrené con la Virtus acá en Bologna, pero no acepté jugar para ellos, y terminé en Torino, donde me peleé con el presidente y me fui. Fui a la A2 a la Fortitudo, pero jugué poco. Y el año pasado no lo jugué por el Covid, pero tenía dónde hacerlo. 

- El Mundial es más lógico que no lo jugaras, por todo esto, pero si yo miro ahora y analizo a Delfino sin mirar su edad, y veo lo que hizo en una liga importante como Italia, por qué no podría estar en la selección. Quizá el punto pase por el riesgo de llevar en el mismo equipo a uno de 41 (Scola) y a otro de 39 como vos. Ni en Río pasó eso. Manu tenía 39, Chapu 37, Luis 36 y vos 34. 
. Lo veo tal cual lo decís vos, pero alguien más joven quizá lo vea distinta. A mí me pone muy contento esto, porque atrás de este año hubo mucho trabajo. Me hubiese encantado tener este año en el 2014, después de una sola operación en el pie, pero bueno, hoy estoy tranquilo porque volví a disfrutar de volver a tener un año entero, de vestuario. Después si se da lo de la selección, será una decisión del entenador. Yo igual estoy muy contento.

-¿Tiene que ver con este disfrute que me contás lo que pasó con la pandemia? Porque muchos valoran más ahora lo que tienen. 
. Mirá, a mí me tocó estar en un lugar como Italia en un momento súper crítico, porque era la zona roja, el peor lugar del mundo por el Covid. Yo llegué el 22 de febrero, que había viajado a Argentina con mi hija mayor. Era un domingo. Y a las dos semanas cerraron todo. Yo vivo medio en una zona de campo, entonces seguía entrenándome, pero terminó cancelándose todo. Yo tenía para firmar y cerrar la temporada, pero nunca se abrió. Cuando se activó, que ya era para la 2020/21, fue lo de Repesa. Y yo estaba entrenado. En cuando a lo emocional, desde ese 22 de febrero no volví a Argentina, y yo antes cada mes y medio viajaba. No pude ver más a mis viejos, a mi hija mayor...extraño tomar mate con mis abuelos, ir a pescar. 

-¿A vos cómo te pegó el Covid desde lo familiar?
. Por suerte nosotros acá esquivamos todas las balas, pero en Argentina mi familia se contagió toda. Mi mamá la pasó muy mal, y me tuvo preocupado. El resto todo contagiado, algunos asintomáticos. Pero tuve mucha gente cercana que se ha ido, allá y acá. Yo soy ultracuidadoso. Y cago a pedos a mis compañeros cuando no se ponen la mascarilla, los mando a lavar las manos. Respeto mucho lo que está pasando. Acá hubo noches que no se podía dormir del ruido de las ambulancias a la noche. Si querés decime cagón, pero la verdad es que no sabemos contra qué estamos luchando. 

-¿Te cambió la mirada del futuro?
. Me cambió no tener la misma libertad. Ver a mi hija por una camarita. O que mis hijos no puedan abrazar a sus abuelos. No creo que viva distinto desde ahora, pero sí pienso, y no sé si la gente se da cuenta, es que hay un montón de cosas que no sé si las vamos a volver a tener. Yendo a lo nuestro que es el básquet, jugar con una cancha llena creo que vamos a tener que esperar un par de años. Anoche vi al CSKA por TV con la cancha casi llena, y miraba más eso que el partido. No sé si yo voy a volver a jugar con gente. 

-¿Tenés hablado algo con Pesaro?
. Mirá, hay mucha intención de ambas partes, pero no hemos hablado nada. Todavía no terminó la temporada. Repesa tiene creo dos años más de contrato y varios del equipo tienen para seguir. Como que la base está medio armadita. Hay buena onda, pero no nos hemos sentado. 

- Así como el Varese le cerró perfecto a Luis, Pesaro te cierra a vos muy bien también. Estás cerca de tu casa, el entrenador te conoce, demostraron ser competitivos. 
. Sí, sí. Yo le caí bien a la organización de Pesaro y ellos a mí. Nos encontramos en un momento justo. Yo me siento muy cómodo. Si me lo preguntabas hace dos años, cuando subí con la Fortitudo de la A2 a la A1, te hubiese dicho que jugaba unos años más ahí y me retiraba, pero ahora Pesaro, que paradójicamente es archirrival de los dos equipos de Bologna, me hizo sentir muy cómodo. Me trataron de diez. Veremos. Tiene hasta los colores rojo y blanco que a mí tanto me gustan...

- Últimas 2. ¿Hablaste mucho con el abuelito goleador? ¿Te sorprendió?
. Jeje, no, no me sorprendió para nada. En un chat que tenemos de los viejitos, salió el tema de que le gustaba la palaba capo cannoniere, que es el goleador en Italia. Cuando alguien le tiró en el chat que iba a ser goleador y Luis respondío "goleador no, capo cannoniere", automáticamente supe se lo iba a poner entre ojo y ojo. Acá a los veteranos que siguen jugando les dicen profesores, y creo que a Scola eso le cae a medida. Está explicando cómo se juega al básquet. Le ha agregado cosas a su juego y le dio visibilidad a la Liga con su presencia. Hay que verla para ver qué hace. Me pone muy contento. No hablamos muchísimo, pero siempre estoy pendiente de lo que hace. 

-¿Se retroalimentaron entre ustedes viendo lo que hacía el otro?
. Él me alimentó a mí. En Argentina este año se siguió mucho más a la Liga de Italia y nosotros aprovechamos eso también. Dan ganas verlo seguir jugando, y superándose, cuando podría estar en la casa descansando. Eso te da empuje para seguir jugando y trabajando. Sigue marcando diferencias. Luis transmite ganas, es el ejemplo a seguir. 

Fabián García / [email protected]
En Twitter: @basquetplus 

 

 

 

 

 

 

 

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