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Manu Ginóbili ostenta el récord de mayor porcentaje de victorias en la historia de la NBA, con un 72,1%, entre los jugadores que han jugado al menos 1.000 partidos. Esto habla de la ética de trabajo, la constancia y priorizar el éxito colectivo a los premios individuales. Otro de los jugadores que tienen estas características es Danny Green, flamante escolta de Memphis Grizzlies, y uno de los jugadores más exitosos de la liga en los últimos años.

Desde que Green llegó a la NBA en 2009 se ha caracterizado por ser un jugador de mucho sacrificio, entrega y estar preparado para los desafíos. Esto se refleja en la estadística entregada por StatMuse, que señala que es el jugador que más partidos ha ganado en la NBA (512) en las últimas diez temporadas.

Si bien Green siempre estuvo lejos de los flashes y nunca fue All-Star, posee tres títulos de la NBA con tres franquicias diferentes. Solo LeBron James y él son los únicos jugadores activos en lograrlo. En 2014, fue clave para que San Antonio Spurs ganara el campeonato ante el Miami Heat de LeBron.

En 2019, aportó su tiro desde el perímetro, defensa exterior y experiencia para que Toronto Raptors ganara su primer anillo de la NBA. La temporada siguiente volvió a ganar el título cuando jugaba para Los Ángeles Lakers, esta vez, acompañando a LeBron.

Tras dejar los Lakers se sumó a Philadelphia Sixers, donde jugó las últimas dos temporadas, antes de desgarrarse el ligamento cruzado anterior durante los últimos playoffs. Fue enviado a los Memphis Grizzlies junto con un pick 23 de Sixers durante la noche del Draft de la NBA, por De'Anthony Melton.