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La vida de Hugo Sconochini alejado del básquet

18:22 22/04/2022 | El capitán de la Generación Dorada expresó cuál es su relación con la naranja desde su retiro y cómo ve al deporte que tanto le dio, pero que también le quitó.

Sconochini y su vida alejada del básquet (Foto: Clarín)

Hugo Sconochini fue uno de los grandes héroes del básquet argentino con la Generación Dorada. Ya sin la cinta de capitán del equipo que dirigió Rubén Magnano, siguió con su vida en Italia y se alejó del básquet cada vez más.

En una entrevista con Forbes, el argentino contó que desde su retiro casi no tocó una pelota. “¿El básquet? Hoy me sigue atrapando, lo comento en televisión. Pero nunca más jugué” contó Hugo.

A su vez, evaluó su relación con el básquet y si lo extraña: “Al básquet no lo extraño para nada, para nada. Es como un amor que se terminó. Nos dimos todo, estuvimos muy bien juntos y se terminó. Me dio mucho y me sacó mucho. Se lo agradezco por un lado, pero por el otro es como si lo odiara”.

En este sentido, explicó por qué esa dura definición con el deporte: “Me perdí muchos momentos de mi adolescencia. Me los quitó el básquet. Empecé en Italia y ser profesional te llevaba a madurar mucho más rápido que un adolescente de mi edad. Esa parte divertida, de no pensar, de ser inconsciente, no la tuve. Y eso es necesario en la vida, sirve para madurar”.

Sin embargo, su pasión pasó para otro lado, el paddle. “Siento por el paddle exactamente la misma pasión que por el básquet. Sin pasión no se hace nada, sin pasión no se puede ser competitivo”. Y agregó que “hoy soy profesor de paddle, me encanta. Me encantaría jugarlo de otra manera, pero tengo 51 años”.

“Del paddle me gusta el componente vidrio, las paredes me encantan, me encanta que uno tiene que ser cómplice con su compañero, entenderse muy bien, hay cien metros cuadrados que cubrir. Es un juego tremendamente táctico, fácil de jugar y difícil de entender. Me encanta porque es inmediato, forma grupos, la gente lo puede jugar y se puede divertir”.

En la misma línea, contó cómo es en esta faceta nueva como entrenador: “Traté de tomar lo mejor de cada entrenador que tuve y eliminar los lados negativos que tenían. Tuve entrenadores que por inseguridad necesitaban tener todo bajo control, eso te cortaba las alas y te hacía sufrir en las canchas de básquet. Uno a veces piensa que merecería ser tratado de otra manera. Intento enseñar el paddle como me gustaba que me entrenaran”.

Y también contó quiénes fueron sus mayores referentes como entrenadores: “(Rubén) Magnano es uno, (Carlo) Recalcati es otro. (Dusko) Ivanovic, del TAU Vitoria, es otro. Entrenadores que me dieron muchas cosas, que no solo me enseñaron a jugar, sino que me enseñaron a interpretar la vida. Gente que iba más allá de ser meros entrenadores de básquet. Aplico sus enseñanzas en mi faceta de profesor de pádel, de padre, de amigo”.

Fuente: 
Forbes

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