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Zanassi, un apellido que sigue haciendo historia en el ascenso italiano

18:57 04/06/2022 | Leo “el Araña” fue un tirador temible en la Liga Nacional y logró varios ascensos en Italia, y ahora su hijo Franco sigue los pasos de su padre en el Viejo Continente.

Leo y Franco, los Zanassi que hacen historia en el ascenso italiano.

Leo “el Araña” Zanassi dejó su huella en la Liga Nacional durante la década de los 90. Con 282 partidos en nueve temporadas y un récord de triples que tardó 13 años en superarse, el oriundo de Berisso partió a Italia en 2003, donde se destacó en el ascenso y dejó una marca en cada lugar donde jugó.

Con las camisetas de Urbania, Cagli, San Vincenzo y Venturina, el Araña logró varios ascensos y se destacó hasta el 2012, cuando decidió volver a Argentina con su familia ya formada y dejó el básquet profesional en 2014, habiendo jugado el Torneo Federal con Estudiantes de La Plata. A partir de allí se afincó en Hogar Social de Berisso y se dio el gusto más grande como padre, al cerrar su carrera jugando con su hijo, Franco.

Precisamente el propio joven está haciendo sus primeras armas como jugador y decidió partir a la tierra donde su padre fue profeta. Primero fue en 2020 a Urbania, pero la pandemia frenó su sueño, pero no lo destruyó. Ahora en 2022 dio el paso a la Atletica Basket Putigano, donde logró el campeonato Promozione Maschile Publiga Girone B y ascendió a la serie D, con la enorme casualidad que la camiseta de su equipo tiene la araña de Spiderman en su pecho, cuestiones de destino familiar.

Un ascenso para el joven, el orgullo para el padre

Precisamente el propio Franco expresó su felicidad por el logro del equipo: “Es un alivio y felicidad enormes, veníamos de un torneo de haber perdido un solo partido el cual nos perjudicó bastante, pero pudimos demostrar la clase de grupo y equipo que somos y logramos el ascenso con unos playoffs perfectos”.

Y si habló el hijo, no podía quedar afuera el padre: “Después del primer viaje a Urbania frustrado por la Pandemia, Franco volvió con muchísimas más fuerzas y ganas de demostrar lo que es como jugador. Encontró un grupo maravilloso de gente que lo apoyo, ayudo a acomodarse y a poder dar lo mejor de él. ¡Haber logrado el campeonato y ascenso es el premio al gran esfuerzo y obviamente que lo seguimos con muchos nervios partido a partido!”.

El volver a Italia era un objetivo para el joven jugador, tal como contó Leo: “Yo creo que desde el día que nos volvimos allá por el 2012, Franco tenía en su cabeza retornar a Italia. Era su sueño y su objetivo... Cuando cumplió 18 se dio la primera posibilidad y no dudo en hacer las valijas. Obviamente cuesta saber que no lo vas a tener en el día a día, pero escucharlo y verlo crecer y madurar con tanta alegría a uno lo llena de satisfacción”.

El recuerdo de su carrera aflora en cada momento y Zanassi lo tiene muy claro: “Tengo os mejores recuerdos tengo de mi paso por Italia, gente maravillosa que siempre nos atendió de manera excelente y nos hizo sentir como en nuestra casa. Tanto en Urbania, como en Cagli, San Vincenzo y Venturina pudimos vivir campeonatos intensos, con finales y ascensos que era un poco la forma de agradecerles todo lo que hicieron por nosotros. Ahora con Franco allá me vienen muchos recuerdos de situaciones que está viviendo él y me pasaron en su momento”.

Por su parte, a pesar de no recordar a su padre jugando en Italia, si lo alentaba en la tribuna, como se ve en el siguiente video: “De cuando mi viejo jugaba acá me acuerdo poco, ya que yo era chiquito. Pero tengo recuerdos de estar en la tribuna con mi vieja y mi hermano alentándolo”.

Padre e hijo en una misma cancha, un sueño cumplido

Durante su último año en una cancha de básquet, Leo se dio el enorme gusto de compartir cancha con Franco, tanto que en su último juego le dio su camiseta en forma de entregarle su legado.

Y fue tan natural, que Franco lo disfrutó de manera muy especial: “Fue un sueño, fue algo increíble que en el momento no lo dimensionamos, quizás solo un poco en su partido de despedida, pero los demás partidos lo tomamos naturalmente y lo pudimos disfrutar aun muchísimo más”.

Zanassi padre vivió ese año de manera muy particular y lo pone en un lugar muy alto en su carrera: “Fue una de las alegrías más grandes de mi vida. Vivir la adrenalina previa a un partido junto a él fue fantástico. El vestuario previo, la entrada en calor, la charla en el viaje de casa al partido. Fueron todos momentos hermosos y recuerdos que nunca voy a olvidar. Y obviamente que me dé un pase para meter un triple no tiene precio”.

Y Leo no solo jugó con él, sino que lo dirigió y evaluó esa vivencia como padre-entrenador: “Tuve la suerte de poder entrenar mucho a Franco en inferiores, no es fácil ser padre y entrenador. Pero la verdad que lo disfrutamos mucho y creo que le pude transmitir muchas cosas, sobre todo aprendió a leer muy bien el juego, cosa que no es fácil. Físicamente tiene otro prototipo al mío y de a poco está desarrollando el tiro exterior con una muy buena mecánica. Nunca lo comparé con mi juego, al contrario, él sabe que con esfuerzo y trabajo puede conseguir grandes cosas”.

Por su lado, Franco poco a poco va viendo cuestiones en su básquet heredadas, sobre todo la mano de seda de tres puntos: “Nunca me había visto reflejado en nada como juego con mi viejo por los distintos roles que tenemos, pero si este último tiempo agarré un poco más de confianza en el tiro de tres y obvio como no verme reflejado con él”.

Los sueños del joven Zanassi son seguir los pasos de su padre y dejar su nombre plasmado en Italia: “or ahora mi plan a futuro es seguir avanzando de categoría, seguir haciendo experiencia y obviamente poder vivir de esto, como hizo mi viejo”.

Alejandro Malky / [email protected]

En Twitter: @basquetplus

En Twitter: @alemalky

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