Liga Nacional 2020/21

El día que José Vildoza estuvo a un paso de dejar la Liga Nacional

16:26 19/02/2021 | El base de San Lorenzo y la selección estaba decidido a dejar Libertad, pero el destino le tenía preparada otra cosa.

José Vildoza en el entrenamiento de la Selección Argentina (Foto: CABB)
Marzo de 2015. José Vildoza ya no aguanta más. Está en su casa en Sunchales, pero siente que la situación ya lo supera y no tiene vuelta atrás. Libertad está último en la Liga Nacional y él no puede responder, desde la base, como él y muchos habían imaginado. Por eso llama a Luis Villar, mucho más que su representante, y le tira la bomba. “Esto no va más, me vuelvo para Córdoba”. El Mili, ex jugador, intenta convencerlo con toda su experiencia, pero está lejos de lograrlo. “Bueno, venite, lo que a vos te haga bien”, le dice. Pepe, de 19 años, arma el bolso y se va a la terminal de la pequeña ciudad ubicada en el centro-oeste de Santa Fe. Tiene decidido abandonar al equipo cuando apenas ha pasado la mitad de la temporada.
 
El  destino, sin embargo, le hace un guiño… “Era de noche y ya no había colectivos a Córdoba. No podía creer mi mala suerte. Pero, bueno, me volví a casa y se me fue pasando una frustración que tenía que ver con lo mal que nos iba como equipo y las expectativas que había sobre mí sin poder responder. Al otro día me levanté como siempre, tomé unos mates y me fui al club a entrenar. Y ya no pensé en irme…”, recuerda hoy, cinco años después, sentado en la concentración argentina en Cali, Colombia, a horas de jugar su tercera ventana eliminatoria con esta nueva Selección formada íntegramente por jugadores de nuestra Liga Nacional.
 
Pero, claro, si uno conoce la historia de Vildoza, no es casualidad que aquel haya sido el desenlace, que su decisión haya sido seguir, quedarse para enfrentar obstáculos y cumplir sus sueños. Pepe tiene algo potente, relacionado con su personalidad pero, también, con su formación como persona. Aquella que arrancó en una casa sin un padre y siguió entre la calle y, sobre todo, un club que lo arropó y protegió, “una segunda casa” que fue decisiva en su formación. “Imaginate que yo era muy inquieto y un hijo único que convivía con su madre y abuela... Un día entré al club y no salí nunca más. Lo tenía a una cuadra, llegaba a las 12.30 y me iba a las 22.30. Pasaba más horas que en casa. Allí me crié y me formé como jugador, pero sobre todo como persona”, relata Pepe en una distendida charla con Prensa CABB.
Fuente: 
Prensa CABB

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