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El núcleo veterano, aunque exitoso, muestra signos de desgaste. Con LeBron James (43 años en 2028) casi seguro fuera de la competición y con Kevin Durant y Stephen Curry alcanzando la marca de las cuatro décadas, la necesidad de sangre nueva es evidente. Figuras como Anthony Davis, quien tendrá 35 años, y Jayson Tatum, a pesar de su decepcionante participación en París, podrían aún tener un rol, pero su relevancia dependerá de su estado físico y motivación para competir al más alto nivel.

La próxima generación, encabezada por jóvenes talentos como Anthony Edwards, Tyrese Haliburton, y Devin Booker, promete mantener a Estados Unidos en la cúspide. Edwards, con 26 años en 2028, y Haliburton, quien tendrá 28, estarán en la plenitud de sus carreras, listos para asumir roles protagónicos. Estos jugadores no solo aportarán juventud, sino también la experiencia adquirida en París, lo que los convierte en piezas clave para el futuro del equipo.

También hay un párrafo de nombres sin medallas pero con experiencias mundialista, jugadores que actualmente están en pleno ascenso en la NBA. Nombres como Jalen Brunson, Jaylen Brown, y Paolo Banchero, ya han mostrado destellos de grandeza en competiciones previas y podrían ser los encargados de liderar el nuevo Dream Team. Brunson, en particular, tiene el potencial de ser el armador principal, mientras que Brown y Banchero, con su versatilidad y capacidad física, podrían ser el alma del equipo.

La abundancia de talento en Estados Unidos es tal que incluso hay un tramo grande de nombres sin experiencia en mundiales ni Juegos. Los ejemplos más jovenes estan en el Thunder con Chet Holmgren (22 años) y Jalen Williams (23). También hay talentos de la problematica pero emocionante cámada del 2019, Zion Williamson y Ja Morant. Cade Cunningham es otro relegado, no por su talento sino por su equipo, los Pistons, caso similar al de Trae Young en Atlanta, franquicias inestables con jugadores con mucho potencial.

El panorama también incluye a jóvenes promesas que aún no han debutado en los Juegos Olímpicos, como Cooper Flagg y AJ Dybantsa, considerados como los mejores proyectos de los próximos Drafts de la NBA. Aunque aún es pronto para asegurar su participación, el talento de estos jugadores podría ser fundamental para mantener el dominio estadounidense en el básquet mundial, ya sea en Los Ángeles 2028 o en futuras citas olímpicas.