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Leo Schattmann siempre fue un jugador tocado por la varita. Tanto que a los 16 años ya había conquistado el título de la Liga Nacional con Atenas de Córdoba. Sin embargo, desde allí buscó constantemente repetir esa sensación de alcanzar lo máximo en la élite del básquet argentino y no lo pudo lograr.

En el medio pasaron Boca en un primer ciclo, Olímpico, Unión de Sunchales (su explosión ofensiva), Obras, Quimsa en dos oportunidades, Gimnasia y esta vuelta a Boca. Con el Xeneize se quedó corto la temporada pasada en semifinales, pero en esta quiere revancha y está cerca de lograrlo.

También estuvo cerca de hacerlo en Gimnasia en 2015, cuando cayó justo ante el rival de la actualidad, Quimsa. Y ahora tiene la chance completa de revancha. Tal es la obsesión, que el maragato fue la clave para destrabar ese segundo juego en Santiago del Estero, con un tiro de esos que solo él logra en la Liga saliendo de la cortina. “Prefiero errar todas, pero meter el último tiro” expresó en algún momento en Cadena Xeneize.

“Muy meritorio del jugador ofensivo” destacó Ramella, entrenador rival, con Básquet Plus. Y no solo eso, sino que fue el motor de Boca en el primer juego, con 17 puntos, y en esta victoria terminó con 19 más 5 asistencias, siendo el factor determinante en la ofensiva.

Y no es que no festejó campeonatos, ya que logró tanto en Argentina como en Brasil diversas competencias, pero este tiene un gusto especial, es el que te cataloga como el mejor indiscutido de tu país. Un título que se le niega hace ya 20 años y que quiere volver a sentir, como en aquel Atenas donde era solo un niño. Como en aquellos momentos de inocencia e inconsciencia de la juventud.

Hola, @BasquetBocaJrs, les dejamos otro ángulo de la bombita de Leo Clutch-man para que se vayan a dormir contentos 👀💣@LeoSchattmann 🎯 https://t.co/YOssVAhJSN pic.twitter.com/pm7nKGZRx3

— #FinalesLaLiga (@LigaNacional) June 10, 2023