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La formación de los jugadores juveniles de Estados Unidos está cada vez más en el foco dado que siguen sumándose jugadores internacionales. A su vez, los extranjeros están llegando a la NCAA y terminando su formación, muy distinta a la que se lleva adelante para los jóvenes en Norteamérica.

En este sentido, el cierre de G-League Ignite por parte de la NBA es parte de la búsqueda de solucionar ese problema. Luego de este anuncio, tomaron más fuerza las palabras de Adam Silver, Comisionado de la liga, sobre esta cuestión.

“Antes había un vacío en el mercado que pensábamos que estábamos llenando antes de hacer eso, y ahora mi atención se centra en el desarrollo temprano de esos jugadores. Lo que estamos viendo ahora, lo que estamos viendo en términos de cerca del 30 por ciento de la liga, jugadores nacidos fuera de los Estados Unidos, está claro que el desarrollo es muy diferente en muchos de esos programas fuera de los Estados Unidos, más enfocados en la práctica, menos enfoque en los juegos, lo que parece ser lo opuesto a muchos de los programas juveniles en los Estados Unidos” comentó durante el fin de semana del All Star.

A su vez, agregó que los internacionales “están llegando a la liga increíblemente habilidosos, pero eso no necesariamente se traduce en ser jugadores de baloncesto de equipo. Y luego lo que escucho de algunos de esos mismos entrenadores que pueden estar quejándose de su incapacidad para jugar a la defensiva es que estos jugadores no están tan preparados como me gustaría que estuvieran, particularmente como selecciones muy altas del draft”.

Sin ir más lejos, son más los extranjeros que los estadounidenses los candidatos a ser parte del top 5 del próximo draft, lo que demuestra que Estados Unidos tiene que rever sus métodos de formación y hacia dónde apuntan.