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La agencia libre de la NBA avanza con intensidad, pero en el arranque del cuarto día todavía hay nombres fuertes sin contrato. Uno de los más llamativos es Josh Giddey, base de gran visión y rebote para su posición, que explotó en la segunda mitad del torneo con Chicago y espera su primer gran acuerdo como profesional, pese a la demora, los rúmores lo tienen como fija de los Bulls. También permanece libre Jonathan Kuminga, quien, pese a quedar fuera de la rotación de Golden State en varios tramos de la temporada, dio pasos firmes en su evolución como anotador y es visto como un proyecto valioso por varios equipos. En un perfil similar aparece Cam Thomas, un escolta con capacidad anotadora descomunal, aunque de juego algo individualista, que aún no definió su futuro con Brooklyn.

Entre los veteranos que aún no sellaron su continuidad aparecen nombres ilustres. Russell Westbrook se reinventó en Denver, con un rol más sacrificado y defensivo, y demostró que aún tiene impacto desde la energía. Algo similar ocurre con Chris Paul, quien a sus 40 años jugó los 82 partidos del calendario con San Antonio, brindando experiencia y calidad en la conducción del equipo. Otro caso es el de Al Horford, que se mantuvo como un pilar en Boston con presencia defensiva y mano confiable a distancia: ya anunció que quiere seguir en la NBA, aunque sin apuro por firmar.

También sigue en el mercado el alemán Moritz Wagner, quien tuvo un año sólido en Orlando, con casi 13 puntos por partido y un interesante 56,2% en tiros de campo. En cambio, Quentin Grimes aprovechó el cierre del campeonato para relanzar su valor: luego de su traspaso a Philadelphia, promedió casi 22 puntos en 28 juegos con gran eficiencia, lo que le abre la puerta a un contrato superior en esta agencia libre.

Dos situaciones especiales destacan en esta lista. La primera es la de Damian Lillard, quien fue cortado por Milwaukee Bucks y se perderá toda la temporada 2025-26 por una rotura del tendón de Aquiles y recién volvería con 36 años, una edad inédita para un regreso exitoso tras esa lesión. La segunda es la de Malik Beasley, que venía de una gran campaña como escolta tirador en Detroit y tenía todo listo para renovar, pero su caso quedó en pausa por una investigación en curso que lo vincula a apuestas ilegales en partidos propios.