Especial

Devin Booker y Trae Young, los distintos de la NBA

12:22 25/06/2021 | Quedan cuatro equipos en los playoffs, pero los ojos parecen estar enfocados solamente en un par de jóvenes sin techo.

Devin Booker y Trae Young, los dueños del presente y del futuro en la NBA (Foto Getty)

Decir que entre los cuatro finalistas de la NBA 2020/21 no hay una buena cantidad de jugadores extraordinarios, sería casi ridículo. Contra lo que muchos piensan, nosotros estamos convencidos que el básquetbol de la NBA vive probablemente el mejor momento de su historia. El talento brota de muchísimas manos diferentes. Lo que en esta nota separararemos será a los que consideramos que son los dos únicos distintos: Devin Booker y Trae Young. 

Cada uno de los 4 equipos finalistas tiene figuras de jerarquía marcada. Por el Oeste, los Clippers muestran a Paul George, Reggie Jackson o Rajon Rondo (no contamos a Leonard, ausente y sin fecha de retorno), mientras que los Suns tienen, además de Booker, a Chris Paul (tampoco lo medimos por su ausencia), y a DeAndre Ayton, más varios obreros de lujo. 

En el Este, los Bucks de Budenholzer elevan a niveles altísimos la figura de Giannis Antetokounmpo, pero nos negamos a ponerlo por ahora en la categoría de distinto. Muy cerquita colocamos a Khris Middleton y un poco más atrás a Jrue Holiday. Por el lado de Atlanta, además de Young, varias estrellas a futuro: John Collins primero, y tres que nos encantan: Bogdanovic, Capela y Huerter. 

Pero nos enfocaremos en Young y Booker. ¿Por qué son distintos? Por su mezcla única de personalidad y talento. Empecemos por Young. El base de los Hawks no fue favorecido con su físico, pero de los de su edad, es probablemente el más duro de la cabeza. Con su 1.85 (menor seguramente de lo que aparece oficialmente), Young es alguien que tiene los tres conceptos de ataque básicos (tiro, penetración y pase), desarrollados al más alto nivel de ejecución.

Hasta ahora, los distintos rivales que ha tenido en los playoffs buscaron defenderlo de formas distintas. Con jugadores más altos, más fuertes o más rápidos. A cada uno le encontró su punto débil. A partir de un tiro que saca con una velocidad pasmosa, y desde donde sea (triples de 9 metros o más son habituales en su repertorio), genera desajustes que solo le hemos visto muy parecidos a Steph Curry. Genera una atención permanente sobre sus movimientos, como el de GSW, lo que favorece muchísimo a sus compañeros, porque los rivales no pueden mantener un ajuste permanente y efectivo moviéndose tanto. 

Su penetración no es normalmente de las que llegan hasta la bandeja (aunque muchas veces lo consigue por su rápido arranque), pero tiene la flotora corta y semi larga entrenadas al máximo. Lo peor para los que lo enfrentan es que, además, tiene una enorme capacidad para cambiar de decisión en el aire y, de tomar un tiro, sacar un alley oop para sus interiores preferidos: Capela y Collins. Es el jugador que más alley oops provoca en toda la NBA. El último punto, que lo hace distinto, es su personalidad. Puso a todo el Madison en su contra, porque le encanta ser picante, y se la bancó metiéndola cuando otros flaquean. La condición de gustarle esos momentos es de pocos. Trae es uno. 

Devin Booker tiene en este último aspecto su similitud con Young. A diferencia del base, Devin recibe más golpes fuertes porque va al cesto con mucha fuerza, y busca provocar faltas que lo depositen en la línea. Sin Paul, asumió sin demasiados problemas el rol de liderazgo que Young tiene naturalmente en los Hawks, y no se dejó amedrentar por tener enfrente a un equipo con mucha mayor experiencia. Booker es lo que el equipo necesita que sea: líder, goleador, pasador. Lo que lo diferencia en ese rol de Young es que su comportamiento exterior es absolutamente pacífico. Cero picante. 

En lo que refiere al juego, no tiene tantos puntos en común con Trae. Si bies es un extraordinario tirador, su rango es más cercano, con la diferencia de tener un par de piernas prodigiosas que le permiten lanzar con una mecánica perfecta a una altura que casi nadie puede contestarle. Esa misma técnica le permite tener un stop y tiro indefendible. 

Es de esos tipos que meter la pelotita adentro del aro le resulta sencillamente fácil. Una virtud casi genética, a la que Booker le adosa una calidad de movimientos artística. Es una gacela moviéndose y flotando a centímetros del piso. De los jugadores más estéticos de la Liga, con cabeza, talento, variantes y personalidad. Booker y Young, el futuro cercano es suyo. 

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