Informe

Enes Kanter Freedom, el provocador serial nominado al Premio Nobel de la Paz

13:59 18/02/2022 | El turco viene peleando guerras no deportivas desde hace años, pero se metió en un conflicto que le puso a la NBA en contra. Ahora va por más.

Enes Kanter con algunos de los modelos de zapatillas con mensajes provocativos

Enes Kanter hace un tiempo ya que decidió vivir en medio de la tormenta. Por un lado, lo hace con el fin de denunciar algunas cuestiones relacionadas a los abusos y demandas que tiene la gente, como en temas de libertad de expresión y derechos humanos en su país, donde tiene una declarada guerra con el presidente, Recep Tayyip Erdoğan. 

De hecho, el régimen persiguió a la familia de Kanter, tomó sus pasaportes, encarceló a su papá y obligó a sus padres a renunciar a su hijo; no ha hablado con ellos en años. El gobierno turco también persiguió al propio Kanter: le quitó la ciudadanía, emitió una orden de arresto de la Interpol y estuvo a punto de secuestrarlo en Indonesia.

Hasta ahí, la NBA lo apoyó siempre. De hecho, Kanter no viajó a Londres al partido de los Knicks en enero de 2019 por temor a ser asesinado por sicarios de Erdogan y la NBA lo bancó. El problema empezó cuando hace poco, una persona le recriminó el por qué no se ocupaba de sus hermanos musulmanes torturados en campos de concentración chinos. Los uigures. 

Kanter volvió a su casa, gugleó uigures y no creyó lo que leía. Entonces llamó a su representante y le pidió que lo contactara con algún sobreviviente. Apareció una mujer en Washington que había sido torturada y violada, que le pidió que difundiera el problema. En octubre, antes del partido inaugural de los Celtics (su equipo), ante NKY, Kanter publicó un video en sus redes sociales, en donde empezó primero con el tema del Tibet: "Dictador brutal de China, Xi Jinping, tengo un mensaje para ti y tus secuaces. Libera al Tibet. Libera al Tibet. Libera al Tibet". 

Pero la cosa no terminó ahí. Kanter se puso ese día para jugar unas zapatillas con un diseño de un disidente chino. En un momento, según el jugador, vinieron dos personas de la NBA (la NBA lo niega), que le dijeron que sus zapatillas estaban llamando demasiado la atención, que debía sacárselas. Él se negó y dijo que estaba dispuesto a aceptar una multa. "Una multa no, un castigo", le respondieron. En el entretiempo, prendió su teléfono y ahí su manager le avisó que en China habían dejado de emitir el partido. La sanción sigue al día de hoy.

Directivos de la Asociación de Jugadores le han pedido que deje de usar esas zapatillas. "Hablé 10 años de Turquía y nunca me llamó nadie. Hablé un día de China y me llaman a cada hora", declaró. El caso llegó tan lejos que Kanter Freedom (se cambió el nombre en noviembre del año pasado; Freedom significa Libertad en inglés) se reunió con Adam Silver, el comisionado de la NBA. Adam le fue claro: le dijo que él era libre de decir lo que quisiera con sus zapatillas. Pero sobre el final, agregó: "Todos sabemos que esto es una cuestión de negocios". Kanter lo tomó como que si seguía haciendo eso, sabía que habría consecuencias. 

A partir de ahí, Kanter dobló la apuesta y se puso zapatillas con mensajes contra los chinos que torturaban uigures y contra otros varios dictadores del planeta, incluyendo al presidente de Venezuela. Pero no paró. Cuando jugó contra los Lakers, usó un modelo que se burlaba de LeBron arrodillado ante el oro chino, y ante los Hornets (cuyo dueño es Michael Jordan), se puso unas Air Jordan que decían: "Hechas con el trabajo esclavo".

Si bien el turco, ahora americano (el 29 de noviembre recibió la ciudadanía, ya como Enes Freedom), nunca fue una superestrella, el año pasado en Portland tuvo números interesantísimos (11.2 puntos y 11 rebotes de media), que casualmente cayeron a 3.7 y 4.6 este año, en Boston. Es cierto que en los Celtics iba a tener mejor lugar, pero la realidad es que jugaba poco. Y la semana pasada, en el deadline de los trades, Boston lo canjeó a Houston, que luego lo cortó. Kanter, o Freedom, quedó paradójicamente libre. 

Antes de que eso ocurriera, un miembro del parlamento noruego postuló su nombre para el Premio Nobel de la Paz. El jueves pasado, 30 premios Nobel publicaron una carta en la que pedían a los Celtics que se pusieran junto a Freedom "en el lado correcto de la historia" y que no "lo abandonaran como jugador". No hubo caso. Habrá que recordar al bueno de Adam Silver anticipándoselo con su cara de "siempre seremos buenos amigos". Esto es business Enes. 

Fuente: 
The Atlantic

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