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En el mundo del baloncesto profesional, de alto riesgo, cada centímetro cuenta. Para jugadores como Mac McClung, cuyo atletismo explosivo y destreza anotadora han deslumbrado a los fanáticos, el sueño de una carrera impactante y a largo plazo en la NBA puede verse eclipsado por una realidad innegable: el tamaño importa.

A pesar de sus elogios, incluido un reciente honor de MVP en la NBA G League y campeonatos consecutivos de NBA Slam Dunk, McClung se encuentra al margen de las plantillas de la NBA, con solo oportunidades fugaces de demostrar su valía en el gran escenario.

¿Por qué? La respuesta está en la dinámica cambiante del juego moderno.

En la NBA actual, la prevalencia de alas largas con habilidades multifacéticas ha marginado a los bases de tamaño insuficiente como McClung. Con una altura de 6'2", enfrenta una batalla cuesta arriba contra oponentes imponentes que no solo pueden igualar su producción anotadora sino que también brindan versatilidad defensiva y destreza para crear jugadas.

Los números cuentan una historia cruda: sólo un puñado de jugadores de su tamaño están teniendo un impacto significativo en la NBA.

En este momento solo hay 4 jugadores en la NBA que miden 1.82m o menos y promedian al menos 15 puntos. A la cabeza de la lucha por esta especie en peligro de extinción están Trae Young, Fred VanVleet, Darius Garland y Terry Rozier. Hace una década , teníamos el doble, con gente como Isaiah Thomas, Chris Paul y Kyle Lowry liderando el grupo.

Consideremos esto: si fijamos el listón en unos modestos 5 puntos por partido, con al menos la mitad de los partidos jugados, sólo 18 jugadores cumplen este criterio. Esto significa que, en promedio, sólo uno de cada dos equipos de la NBA tiene un base de tamaño insuficiente en su plantilla. Compárese esto con hace una década, cuando había 25 de esos jugadores.

Ahora, elevemos nuevamente el estándar a 10 puntos por partido, lo que indica un jugador de rol sólido. La brecha entre el pasado y el presente se amplía aún más: solo siete jugadores alcanzan este umbral, frente a los 17 de 2014.

Sin embargo, ni siquiera esas credenciales garantizan un lugar en un equipo de la NBA. ¿A dónde van estos jugadores? Muchos se encuentran en la Euroliga. Tomemos como ejemplo a Mike James, quien recientemente se convirtió en el goleador de todos los tiempos de la Euroliga. Markus Howard, ex jugador de la NBA, está causando sensación en Europa con su estilo de juego dinámico. Shane Larkin, que alguna vez fue seleccionado en el draft de la NBA, ha tenido éxito como dos veces campeón de la Euroliga.

La disparidad entre Europa y la NBA se extiende aún más: en Europa, 8 jugadores de 1.82m o menos se encuentran entre los 50 mejores anotadores, mientras que en la NBA, solo Trae Young pasa el corte.