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Los Grizzlies volvieron a tropezar donde más importa: en los playoffs. Después de cerrar la fase regular con 48 victorias, se esperaba que el equipo diera pelea, pero la dura realidad fue otra. La barrida 4-0 sufrida ante Oklahoma City Thunder los dejó afuera en primera ronda por segundo año en fila, y esta vez ni siquiera pudieron ganar un partido. Para sumar sal a la herida, el despido del entrenador Taylor Jenkins a días de comenzar los playoffs dejó en evidencia un vestuario convulsionado y un proyecto que, aunque aún joven, empieza a mostrar grietas.

Desde que Ja Morant soltó aquel célebre "Estoy bien en el Oeste" en 2022, Memphis no pudo reencontrar el rumbo. Perdieron en primera ronda en 2023, se quedaron afuera de la postemporada en 2024, y ahora fueron barridos en 2025. El base, que se perdió el último partido por una lesión en la cadera, viene arrastrando problemas físicos y extradeportivos: en los últimos cuatro años se perdió 151 partidos, una cifra alarmante para quien debería ser el líder del proyecto. A pesar de que su contrato todavía tiene tres temporadas por delante, cada vez suena más fuerte la duda sobre si seguirá siendo el rostro de la franquicia.

La situación se complica aún más con el futuro de Jaren Jackson Jr., que podría aspirar a un contrato supermax de 345 millones de dólares si entra en un equipo All-NBA esta temporada. Su aporte defensivo es innegable, pero su irregularidad ofensiva genera interrogantes en una franquicia que necesita certezas. Con Desmond Bane como tercera pata del tridente, los Grizzlies siguen teniendo talento joven, pero la falta de una primera ronda en el Draft 2025 y el bajo nivel de sus jugadores de rol achican el margen de maniobra para reforzar el equipo a corto plazo.

Hoy, Memphis mantiene sus picks futuros a partir de 2027, una pequeña luz de esperanza para planificar un cambio de rumbo. La dirigencia, con Zach Kleiman a la cabeza, deberá decidir si redobla la apuesta por su núcleo actual o si se anima a un golpe de timón. Lo único claro es que el tiempo de ser una promesa eterna se termina: el reloj corre y en Memphis ya no alcanza con ser "bueno en el Oeste" como lo fueron hasta el All-Star.