NBA

Starks y la maldición de las Finales de 1994: el triple del anillo que no fue

09:36 25/04/2023 | El escolta fue uno de los grandes líderes de la década del 90 de los Knicks. Tuvo el tercer campeonato de New York en sus manos, pero falló.

John Starks y la maldición de las Finales de 1994: el triple del anillo que no fue (Getty)

New York Knicks es una de las franquicias más importantes e históricas de la historia de la NBA, es una de las pocas que mantiene su esencia, su nombre y su ciudad de origen desde el inicio de la liga más importante del planeta. Pero, en una competencia tan dura, los neoyorquinos apenas lograron conseguir dos anillos de campeón.

Además de los dos campeonatos, los de la Gran Manzana llegaron a seis finales más de la NBA. La última de ellas fue en la temporada 1998/99 ante San Antonio Spurs en la cual cayó 4-1, sin opciones de ganar, pero antes, en la 93/94, estuvo a punto de lograr su tercer anillo de campeón cuando se enfrentaron a Houston Rockets.

En dicha ocasión tuvieron grandes chances de quedarse con la serie final. Los Rockets se adelantaron, los Knicks empataron y Houston nuevamente se puso en ventaja 2-1, pero los neoyorquinos ganaron dos seguidos y se pusieron match point. En el sexto juego, que se jugó en Texas, New York tuvo el anillo de campeón al alcance de la mano.

Ese sexto partido, jugado el 19 de junio de 1994, pudo haber catapultado a John a la gloria eterna no solo para los Knicks, sino para la NBA. Starks ya tenía 28 años, había llegado unos años antes a la franquicia, fue ganando protagonismo con el paso de las temporadas hasta llegar a ser una de las grandes figuras para ese año, compartiendo el liderato con Pat Ewing, Charles Oakley y Doc Rivers.

Ewing estaba muy bien marcado y le costaba anotar en ese sexto encuentro, entonces fue Starks quien comenzó a tomar mayor protagonismo y preponderancia en el equipo, mucha efectividad desde tres puntos poniendo a los Knicks a tiro de la victoria en un partido muy parejo. El base estaba con la mano caliente y Pat Riley aprovechó el gran momento de John.

Houston ganaba 86-84, con Olajuwon, de 30 tantos, liderando al equipo, pero la última bola era para los visitantes, quedaban más de cinco segundos en el reloj y Starks tenía la mano caliente. Las esperanzas eran grandes en New York.

Starks recibió el balón, Ewing puso un bloqueo directo y el escolta se fue hacia el ángulo izquierdo de la cancha. Lo había dejado atrás a Hakeem Olajuwon, o al menos eso pensó. Se frenó y tomó el tiro de tres puntos. Si entraba, eran campeones. Ya no habría tiempo para más. Pero Olajuwon, que había salido muy adelante a presionarlo, con apenas tres pasos hacia el costado se recuperó, saltó y alcanzó a desviar el tiro. Este se quedó corto. Houston ganó 86-84 y habría séptimo partido.

En el séptimo y definitorio juego, otro partido muy parejo, que se definió en los instantes finales que volvió a repetirse el ganador, Houston, gracias a una excelente actuación de Olajuwon. Los Rockets lo liquidaron en el final y ganaron 90-84 y Starks jugó uno de los peores partidos de su historia: 8 puntos, 2 asistencias y 2 rebotes en 42 minutos, con 0-11 en triples, 2-18 de campo y 5 faltas personales. Con eso vio truncado su sueño de ser campeón de la NBA y las finales quedaron marcadas como la gran maldición de John.

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