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Un partido espeso, trabado y muy bien defendido terminó siendo la victoria número 10 de un visitante en los 13 juegos que se disputaron en estas semifinales de conferencia. Oklahoma City venció a Denver por 92 a 87, y Shai Gilgeous-Alexander fue la figura con 25 puntos, 6 rebotes y 6 asistencias. En los Nuggets, Jokic terminó con 27 puntos y 13 rebotes, pero otra vez OKC le aplicó una defensa espectacular para que no pudiera explotar todo su potencial.

El encuentro arrancó con los equipos secos; un goleo bajo, incluso para FIBA, se desarrolló durante el primer cuarto, en el que, a la mitad, iban 7 a 3. Denver finalizó con solo 8 puntos en el cuarto inicial (17-8) y llegó a lanzar un 0 de 17 en triples, hasta que apareció Westbrook para romper esa mala racha. Otra curiosidad que refleja lo que fue el arranque del juego: Nikola Jokic no anotó puntos en ese primer período.

Con el correr de los minutos, Denver se plantó. Si bien corrió de atrás durante un largo rato, aplicó una defensa en zona durante casi todo el encuentro para incomodar a un Oklahoma que tampoco estuvo fino en la ofensiva. El tercer cuarto fue el mejor momento de los Nuggets: tiraron un 7 de 11 desde el perímetro, Jokic se enchufó y llegaron a sacar una ventaja de 8 puntos (71-63).

OKC volvió a hacer lo que mostró durante casi todo el trámite: asedió defensivamente a los Nuggets y no los dejó respirar. Hartenstein se pegó a Jokic, Williams, Caruso y Wiggins trabajaron muy bien y, cuando Shai encontró fluidez y claridad en el ataque de su equipo en el último cuarto, pudieron meter ese sprint que les terminó dando la victoria.