NBA

Shaun Livingston, de una posible amputación a ser tricampeón

09:42 17/04/2023 | Llegó a la NBA como un gran prospecto pero en su tercera temporada sufrió una de las peores lesiones de la historia. Fue clave en las consagraciones de los Warriors.

La NBA a lo largo de su historia, tiene una gran cantidad de historia de jugadores y entrenadores que tuvieron participación en distintos momentos de las 76 temporadas que lleva la mejor liga del mundo. Pero hay algunos que tienen algo especial que nos mantiene el recuerdo por mucho tiempo y uno de ellos es Shaun Livingston.

El oriundo de Peoria en Illinois tuvo una destacada presencia en su etapa de secundario donde llegó a ser comparado con Magic Johnson. Su gran nivel le permitió convertirse en una figura nacional, se ganó un nombre importante y recibió una beca para sumarse a la prestigiosa Universidad de Duke. Allí pasó unos años, continuó mejorando y creciendo como jugador, hasta que decidió renunciar y presentarse al draft de la NBA.

Fueron Los Angeles Clippers los que escogieron al base de 19 años en la cuarta posición del draft de 2004. Su llegada a la mejor liga del mundo fue dificultosa, le costó adaptarse y ganarse su lugar, pero de a poco lo fue logrando y ganando sus minutos en cancha de manera progresiva gracias a sus buenas actuaciones.

Pero en su tercera temporada, la 2006/07, le tocaría vivir el peor momento de su carrera como jugador profesional. Pero en febrero de 2007, cuando cuando atacó el aro para terminar una transición ante Charlotte Bobcats, cayó con todo el peso sobre su rodilla izquierda. Sufrió una de las peores lesiones en la historia: rotura del ligamento cruzado anterior, del ligamento cruzado posterior, de menisco, del ligamento colateral tibial, de rótula y de la articulación tibioperonea.

Eso no fue todo: cuando llegó al hospital los médicos le informaron que había una arteria que estaba en riesgo, que si estaba dañada podía bloquear el flujo de sangre hacia la parte inferior de la pierna, eso iba a derivar en una gangrena y llegaría lo peor: amputar la pierna.

Afrontó una importante operación y una larga y dura recuperación, tuvo que trabajar mucho por su salud mental hasta que, tras más de un año y medio, pudo regresar a las canchas. Pero no fue fácil tampoco: cinco o seis temporadas pasando por varias franquicias, con escasa participación, sin poder tomar protagonismo y la posibilidad latente de retirarse, aún sin tener 30 años.

En la 2013/14 llegó a Brooklyn Nets y fue un renacer para él. Fue parte importante de la rotación, ganó protagonismo, sus números crecieron, volvió a tomar confianza y Golden State Warriors lo fue a buscar para la temporada siguiente ofreciéndole un contrato importante. 

Livingston se transformó en una pieza muy importante para Steve Kerr en los Warriors, fue el líder de la segunda unidad, se consolidó siendo un relevo y viniendo desde el banco de suplentes. Tras cinco temporadas decidió retirarse, jugando cinco finales y obteniendo el campeonato en tres de ellas, poniéndole así, la frutilla del postre a una carrera que estuvo marcada por el dolor, el sufrimiento y que estuvo a punto de culminar apenas comenzó.

Compartir