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El básquet completo de Estados Unidos se está abriendo cada vez más al mundo. Y la NCAA no es ajena a esa realidad. Es que la 2023/24 de la Division I tendrá a 818 jugadores de 95 nacionalidades diferentes.

En el 2021, la Suprema Corte de los Estados Unidos dictaminó que la NCAA no estaba habilitada para impedir pagos a los estudiantes por cuestiones no relacionadas al estudio. Entonces surgió la sigla NIL (name, image, and likeness; en español: nombre, imagen y semejanza), por la que los deportistas (o estudiantes en general, en realidad), pueden percibir dinero por la explotación justamente de esas tres opciones. Por ejemplo: presencias en clubes, escuelas, firmas de autógrafos, sponsoreo, eventos, promociones, NFT, etc. O sea: los deportistas no cobran por jugar. Aunque, en definitiva, cobran por ser deportistas destacados. Que es casi lo mismo. Pero legalmente no.

A partir de allí, el número de internacionales fue creciendo y esta temporada rompió marcas de presencias. Es un récord, sobrepasando los 684 de la temporada anterior y siendo un 14.2% del total de los jugadores. Canadá lidera con 127 protagonistas, seguido por Australia con 71 y Nigeria con 39.

A su vez, desde Europa llegan 34 provenientes de Inglaterra, 32 de Serbia, 29 de Francia, 25 de Lituania, 22 de Alemania, 21 de Países Bajos, 20 de España y 17 de Italia. Además de los nigerianos, Senegal tiene 21 representantes, Mali 17, Congo y Sudán del Sur 13.

Por el lado de Centroamérica y el Caribe, Puerto Rico lidera con 16 y República Dominicana lo sigue con 12. Por su parte, Sudamérica tiene a 7 jugadores provenientes de Brasil y Argentina, que podrá sumar a uno más cuando Lee Aaliya se sume a Michigan.

Asia y Oceania, además de Australia, tienen 10 representantes de Nueva Zelanda y 1 de Namibia, Kuwait, Irán, Indonesia, India, Tanzania y Tailandia.