Anécdotas

El Che, el Loco, el jet ski, Arabia y el accidente que casi le cuesta la vida

18:39 27/02/2022 | El actual entrenador del seleccionado argentino tiene una extensa trayectoria y recorrió varios países del mundo. Pero un día estuvo a punto de morir.

El Che, el Loco, el jet ski, Arabia y el accidente que casi le cuesta la vida

Néstor García antes de convertirse en entrenador del seleccionado argentino sumó experiencia por distintos países a lo largo y a lo ancho del mundo. Dirigiendo equipos o selecciones, el Che pasó por siete naciones distintas incluyendo a Argentina: Puerto Rico, Venezuela, Uruguay, Arabia Saudita, México y Brasil.

Sin lugar a dudas que el lugar más extravagante en el cual dirigió fue Arabia Saudita. Fiel a su estilo, el entrenador argentino tiene mil anécdotas para contar y el destino asiático le dejó varias más.

La más importante fue una que revivió hace unos días con Matías Martin en su programa de radio, allí contó la vez que casi se muere en Arabia Saudita. “Había venido el Loco Montenegro, estaba dejando de jugar y comenzaba su carrera como representante. Por unos contactos que tenía, me llevó a mí junto a otros jugadores de fútbol”, comenzó contando el entrenador.

Luego agregó: “Un día nos vamos a andar en moto de agua y tuve un accidente. Me rompí la primera lumbar en fragmentos. Por pocos milímetros no me corté la espina dorsal. Me internaron y no sentía las piernas”. Posteriormente prosiguió: “El príncipe que me llevó me dijo que habían arreglado todo con la aerolínea para que pueda volver a la Argentina. Si a mí me operaban, tardaba 15 días en recuperarme. Sino, era un mes de reposo. Y al mes empezaba el campeonato”.

Entre risas y algunas caras de preocupación de los compañeros de Martin, Néstor continuó con la historia: “Yo no me quería ir. Lo que pasó fue culpa mía y le pedí que me esperara un mes. Y se sorprendió, porque ¿quién se va a querer quedar en Arabia Saudita postrado en una cama durante un mes’. No podía hacer nada. Me tenían que bañar, me tenían que dar de comer. Y estaba solo”.

“A él le gustó mi actitud de quedarme. No podía del dolor, no podía dormir. Se me caían las lágrimas. Lo peor que me pasó. Me atendía un médico egipcio y yo le decía: ‘póngame una bomba doctor, algo que me deje dormir seis, siete horas’. Un día me puso una inyección que me durmió”, decía García.

“Ellos rezan cinco veces al día. A las nueve de la mañana, siento ruido en mi cuarto. Miro y la habitación estaba llena de hinchas del Al-Ahli Jeddah, rezando para que yo me cure. No podía moverme de la cama, pero me cuentan que en los pasillos, e incluso en la escalera y hasta la planta baja había gente arrodillada rezando por mí. Estaban todos los hinchas del club. Fue muy fuerte. Ellos me tomaron como propio, como de la familia”, cerró García.

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