F4 2024

El Madrid sufrió un poco, pero terminó venciendo claramente a Olympiacos

18:15 24/05/2024 | Los españoles irán por el repeat ante Panathinaikos tras vencer 87-76 a Olympiacos en la semi. Campazzo sumó 3 puntos y 9 asistencias. Musa, goleador con 20.

Campazzo tuvo una noche tranquila, distinta a la que tendrá el domingo (Getty)

Si el primer partido semifinal fue un poco aburrido para los que esperaban ver muchos puntos, el segundo fue lo contrario, por lo menos por el lado de uno de los protagonistas. Y por una mitad. El Real Madrid salió con una energía y un muestreo tan voluminoso de su repertorio ofensivo que Olympiacos jugó la primera mitad como aquel boxeador al que a los 10 segundos le dan una trompada en la pera que lo deja preguntando en qué mundo vive. 

Y es que el Madrid arrancó clavando 7 de 10 triples, defendiendo bien, corriendo, moviendo el balón, jugando de memoria, y todo con bajo desgaste físico a partir de la ya reconocida y excelente rotación que hace Chus Mateo (parecida a la que hacía Pablo Laso), con 10 u 11 jugadores protagonistas. De hecho, Mateo salió con el chico Ndiaye (19 años) de inicial, ante la ausencia de Deck, y para no poner en apuros de entrada a Yabusele defendiendo a Alex Peters. 

El recorrido fue claro: 8-6, 19-8, 23-10 y 28-10 para cerrar el primer cuarto con baile. Y baile de los buenos. Con escopeteros varios (Hezonja clavó 3 de entrada, Musa otros 2), Campazzo regalando juego (6 asistencias, 4 rebotes) y todos en alto nivel (Chus recién mandó a la cancha a Llull en el minuto 17), el Madrid solo tuvo bajoncitos de relajación lógica, que le permitieron al Olympiacos bajar como mucho a 15 la diferencia, que luego llegó a ser de 25 (54-29) y que terminó con precio de amigo la mitad inicial (56-37). Igual, no había que confiarse, porque el Olympiacos, se sabe, es el gran verdugo histórico del Madrid, aunque en las últimas oportunidades el vencedor haya sido el equipo blanco en cruces de F4. 

Y si el Madrid hizo todo bien en los primeros 19 minutos, cayó en uno de sus clásicos pozos de excesiva confianza, se secó durante varios minutos, le dio vida a un equipo muy peligroso, que quizá no sea tan virtuoso en ataque, pero que sí tiene otro mérito como pocos: nunca se da por vencido. En este caso, ante cada oportunidad que le daba el Madrid, la aprovechaba. Y además se puso duro atrás, recuperó varios balones de los que RM no había perdido en la primera parte, y se fue acercando, hasta ponerse a 10. El responsable mayor: Alec Peters, autor de 14 puntos en ese parcial, con varios triples.

No pudo quebrar en ese entonces la mágica línea de los dos dígitos de diferencia, pero condicionó el resto del juego, porque el Madrid dejó de tirar con confianza (se notaba), ya no pudo mantener la efectividad (exagerada, es cierto) del primer tiempo y le entraron dudas. Para contrarrestar ese momento Chus mandó a la cancha a un experto como Llull, que sumó en dos rubros: carácter para manejar el chaparrón y una nueva vía de conducción ante el excelente trabajo defensivo de los griegos sobre Campazzo. 

Restando 6m24s los griegos quebraron la barrera del doble dígito en contra con otro protagonista central, Williams-Goss, que metió su tercer triple para achicar a 9 (76-67). De ahí en más todo fue una tortura para el Madrid, aun alguna situación a favor, como el tiro de 3 de Llull sancionado con falta a Fall. Sergio erró 2 de los 3. Hezonja se encaprichó con anotar y erró 4 triples en fila (si tomamos el arranque de 3/3, falló 6 seguidos), y todo se enredó más de la cuenta. 

De todos modos, Mateo apostó a dejar a Hezonja en cancha, sacar a Llull, mandar a Chacho y tener algo más de fluidez de balón adelante, con Facu también en el campo. Más Tavares y Yabusele. Y arriesgó. Le dio el tiro a McKissic (metió alguna bomba) y fue más profundo adelante. Olympiacos, hay que decirlo, tuvo muchas chances de ponerse a dos posesiones, y no las supo aprovechar. Y el reloj fue amigo del Madrid. 

En la última oportunidad para los griegos, tras un error de Campazzo (mal pase), Facundo mismo terminó arreglándola, provocando primero una falta en ataque y luego recuperando un balón tirándose de cabeza en una bola dividida, que terminó en bandeja del observador Musa, que también se llevó el premio en la siguiente, que defendieron todos con uñas y dientes, y que terminó con robo y pase mágico de Chacho para la contra del bosnio. 

Terminó siendo victoria sin tanto sufrimiento en los dos minutos finales, pero una alerta para Mateo y los suyos: en una final de Europa no puede haber semejantes lagunas. Fue 87-76 para el Madrid, que irá por su segunda corona en fila ante Panathinaikos este domingo. No hubo una figura clave: Musa sumó 20 como goleador, pero por momentos varios tuvieron protagonismo. Campazzo terminó con solo 3 puntos, pero 9 asistencias, 5 rebotes y 2 robos. 

Boxscore
 

Fabián García / [email protected]
Enviado especial a Berlín, Alemania
En Twitter: @basquetplus

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