Especiales

Los similares presagios de Scola y Sconochini en el seleccionado nacional

16:42 17/10/2020 | Dos ideas, mismo resultado. Uno a la vuelta del Premundial de Neuquén y otro en una ventana FIBA. Luis y Hugo vaticinaron lo que lograrían después.

Scola y Sconochini en China 2019 y en Atenas 2004

Abrazos que parecen no tener fin, lágrimas, hambre de gloria y un alma latiendo sin parar. Argentina había derrotado a Serbia en los cuartos de final del Mundial de China 2019 y pocos lo podían creer, salvo uno de los mismísimos protagonistas. Su nombre era Luis Scola y las mil batallas vividas le otorgaron sabiduría y cierta capacidad de vaticinio para saber lo que puede pasar, o al menos sentirlo, como aquellos vetustos que saben que se viene la lluvia cuando empiezan a doler los huesos.

“Un año atrás, Scola me agarró y me dijo: ´Nosotros podemos jugar las semifinales´. Le pregunté si estaba seguro. Y él me repitió con seguridad que sí. Eso es Luis, eso describe lo que es”, fue todo lo que tuvo que decir Hernández con las pocas palabras que le quedaban antes de que se le termine la voz, en la conferencia de prensa posterior a la victoria ante los balcánicos. 

Una predicción fría, que por momentos parecía una utopía. Se dio luego de un contundente triunfo de Argentina contra Puerto Rico 106-84 en el Polideportivo Cincuentenario de Formosa, un 17 de septiembre de 2018. Lo demás fue historia, y aquellos celestes no perdieron el oro, más bien ganaron la de plata. Fue derrota en la final ante España, pero nada tapó lo que ese grupo logró, con corazón valiente y espíritu insurgente. 

Y como el diablo sabe más por viejo que por diablo, la historia anteriormente demostró exactamente lo mismo. Aquella vez el intérprete del sueño de diván fue Hugo Sconochini, uno de los medallistas dorados del seleccionado nacional en Atenas 2004. 

“Recuerdo perfectamente que, a la vuelta del Premundial de Neuquén, en Aeroparque, me dijiste que estaban para pelear por el podio en Indianápolis. Nadie se animaba a decir eso. ¿Estabas convencido o lo hiciste para empujar al resto? “, fue la pregunta que le hizo Básquet Plus en una entrevista realizada el 1 de abril de este año. 

La respuesta del veterano fue sin inmutarse: “Totalmente convencido. La experiencia de vivir y rozarme con gente que ya jugaba a nivel muy alto y ser parte de rosters importantes en Europa antes de ir a la selección, me permitía entender cuál era el nivel de cada jugador. Todo este atar detalles me llevó a ver que el equipo de Neuquén, con esa garra y feroz determinación, no tenía techo. Podía hacer cualquier cosa. Como podía no hacer nada”.

Por suerte ese equipo hizo de todo en su concepto más holístico. Podios, medallas, títulos y, especialmente, enseñanzas, instrucciones, códigos y reglas no escritas que permanecerán inalterables con el paso del tiempo. Es un alma sin cuerpo ni forma, un espíritu que no se destrona ni escapa. Es Argentina. Es prístina.

  

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

Compartir