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Guillermo Vecchio es ese entrenador al cual el baloncesto argentino le tiene mucho aprecio por ser uno de los impulsores de la Generación Dorada, entre otras grandes cosas y además por ser un apasionado del básquet y eso es mucho decir. Fiel a su estilo, a veces provocador, o controversial con sus declaraciones, el hombre nacido en Buenos Aires se hizo paso en diferentes partes del mundo.

Después de haber vivido los procesos de selección, Vecchio estaba ocupado en pensar en cómo llegar al mundo NBA, algo que a fines de los 90 todavía era impensado para la Argentina, en primera medida para los jugadores y mucho más para los entrenadores. Pero lejos de sentarse a esperar a que las cosas pasen Guillermo tendió muchos puentes en cuanto a relaciones y así fue que le llegó la posibilidad y todo comenzó con una casualidad con nombre y apellido, Phil Jackson.

En diálogo con Walter Safarian y su podcast Liderar, Vecchio contó los pormenores de cómo empezó todo y eso fue gracias a un malestar del mismísimo entrenador multicampeón con los Bulls.

“Realmente fue algo muy cómico como empezó todo. Toda mi vida tuve el objetivo de llegar a la NBA, después de haber pasado por la selección y conocer todo ese mundo, siempre lo busqué y nunca se me daba y un día se enfermó Phil Jackson en el 2004, una enfermedad pasajera y me llama una de las vicepresidentas de la NBA y me dice ‘Coach Vecchio ¿existe la posibilidad de que puedas suplantar a Phil Jackson para hacer una participación en el Basketball Whitout Borders en Rio de Janeiro?’”, comentó.

“Allí fue que empezó todo, yo estaba en México y tuve que coordinar unas cosas y tardé algo de dos horas en contestar y subirme al vuelo a Brasil. Llegué y estaban todos, estaba Rick Adelman , Lenny Wilkens, Mike Fratello, todos los pesos pesados de ese momento. Fue ahí donde en la reunión del primer día de trabajo a eso de las siete y media de la mañana, Tony Ronzoni, el jefe del programa y quien también trabajaba para los Detroit Pistons, me dijo ‘usted se va a ocupar de tal cosa y tal cosa’”.

Basketball Without Borders es un campamento de instrucción de baloncesto organizado por la NBA en conjunto con FIBA y en esa ocasión se hizo en Brasil, donde Vecchio fue invitado y al parecer le fue muy bien según contó en la charla.

“Gracias a Dios salió muy bien el trabajo y cuando terminó el evento, al día siguiente Kiki Vandeway, de los Nuggets, me pidió una reunión y trascartón también me ofrecieron los Pistons reunirme con ellos. Se me dieron dos chances en cuestión de horas lo que venía buscando años y años”, recordó.

Desojó la margarita y eligió, pero a juzgar por sus palabras nunca lo dudó, el campeón es el campeón y Vecchio se inclinó con los Pistons para iniciar su mundo NBA.

“Tal es así que viajé a Denver, donde estaban Carmelo Anthony, Nene Hilario, grandes jugadores y les comenté que tenía la opción del campeón en ese momento (Detroit), que me tenía que reunir y después les iba a avisar la decisión. En Detroit había una limousine esperándome y me recibió Joe Dumars me mostró todas las instalaciones, me hicieron una oferta concreta de trabajo y me quedé allí ligado a la franquicia cuatro años y medio”.

Estar listo para el momento indicado, trabajar siempre pensando a ir por más, así fue que Guillermo Vecchio, siendo un nombre propio importante en el básquet sudamericano y latinoamericano, expandió sus fronteras y llegó al mundo NBA, donde todo brilla y los sueños se convierten en realidad