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Existe un adagio tan antiguo como el propio deporte que establece que "la defensa gana campeonatos", y a lo largo de la historia, esta afirmación fue en gran medida una verdad incontestable. Especialmente en la NBA, donde debemos remontarnos más de 17 años en el pasado para encontrar a un equipo campeón que no estuviera en el Top 10 de la liga en rating defensivo.

Esta temporada, Denver ocupó el puesto 15 en el rating defensivo. A pesar de haber logrado el primer puesto en la Conferencia Oeste, la historia reciente indica que los equipos mediocres en este aspecto no logran alzarse con el título. Sin embargo, en los playoffs, la situación fue completamente diferente. Los Nuggets terminaron en el tercer lugar (de 16 equipos) en rating defensivo, solo por detrás de los Knicks y los Cavs. En las Finales, lograron neutralizar la ofensiva del Heat, manteniendo a Miami por debajo de los 96 puntos en sus cuatro victorias.

Durante todo el año, Nikola Jokic recibió críticas por su defensa, en parte debido al extraño y acalorado debate sobre el MVP de la temporada. Las estadísticas avanzadas consideran a Jokic como un buen defensor, pero a veces puede tener problemas en el juego. Sin embargo, Denver implementó un excelente esquema defensivo de pre-cambios para evitar que el Joker se viera involucrado en situaciones de bloqueo directo, que tenían como único objetivo abusar de él y provocarle faltas defensivas. Además, sorprendió la sólida defensa de Jamal Murray, quien resistió incluso cuando equipos como el Heat y los Lakers intentaron atacarlo individualmente.

Pero quizás la razón principal por la que Denver tuvo éxito en el aspecto defensivo se debió a las acertadas decisiones de personal a lo largo de este proceso. En primer lugar, la adquisición de Aaron Gordon hace dos años resultó fundamental, ya que limitó las acciones de Miami tanto en el interior como en el perímetro.

Este verano, realizaron un intercambio por el alero Kentavious Caldwell-Pope y ficharon al subestimado Bruce Brown, quien terminó cerrando muchos partidos durante los playoffs. También cabe destacar su captura del rebote decisivo a falta de 15 segundos.

Como equipo, los Nuggets superaron al Heat en el apartado de rebotes con una ventaja de 57-44. Fueron capaces de ganar un partido en el que solo convirtieron el 17.9% de sus tiros de tres puntos. A pesar de los malos porcentajes desde la línea de tres, las 14 pérdidas de balón y los modestos 94 puntos anotados, lograron conquistar el campeonato en casa. Todo esto liderado por su destacada defensa.