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Las ligas de desarrollo son complejas y es algo que la G-League demuestra al máximo. Un nivel de competencia que no se termina de definir si es alto o no, la velocidad del juego propio de Estados Unidos y el individualismo de la NBA aún más extremo. Una competencia sin presiones, donde los jugadores aprovechan cada minuto para demostrar y captar la atención de las franquicias o tener una chance buena en el exterior.

Este vertiginoso proyecto de la NBA dio frutos inesperados. No vamos a hablar de la G-League como reserva de jugadores para afrontar tiempos difíciles con las lesiones. Vamos a ver a los productores de highlights y a la cultura de la acción más gratificante que hay, no solo en el básquet sino en el deporte en general, las volcadas.

Por años, el dunk contest, fue la cereza preciada en el Fin de Semana de las Estrellas en la NBA. El concurso de volcadas donde se lucieron los mejores de la Liga. Jordan vs Wilkins, Lavine vs Gordon, el dominio de Vince Carter, Nate Robinson, Jason Richardson, la vitrina del joven Kobe Bryant, entre otros icónicos eventos que produjo la competencia de reventar aros.

Los tiempos cambiaron y con un partido de las estrellas cada vez menos atractivo, son las competencias las que terminan salvando las reproducciones y el éxito del evento. Con ello, la exigencia en las volcadas aumentó, cada año se necesita más calidad y creatividad, algo que Jaylen Brown demostró, no es un gran fuerte de las figuras de la Liga. En este escenario retomamos a los jugadores en busca de flashes, de oportunidades, los jugadores de la G-League. 

El año pasado Mac McClung fue una sorpresa, desde su invitación al evento hasta su desempeño. Este año la barrera que se quebró fue más aprovechada y se completó la grilla de competidores con dos jugadores de G-League, Jacob Toppin y quien terminaría siendo bicampeón, McClung. A ciencia cierta, los dos mejores de este año. Toppin no llegó a la final y fue superado polémicamente por Brown, pero los dos de la Liga de Desarrollo fueron los que dieron mayor show. A lo que hay que sumarle el concurso que la propia liga G realizó donde el nivel fue alto y volvió a demostrar que el futuro de los dunks está ahí.