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Aunque muchos optaron por dejarlo de lado y determinar que su carrera estaba terminada luego de su paso fallido por Oklahoma City Thunder y Houston Rockets, Carmelo Anthony ha demostrado en esta reanudación que todavía le queda mucho combustible en el taque. Los Portland Trail Blazers disfrutan de su impacto en la burbuja y los números indican que el alero ha sido una pieza muy valiosa para el éxito del equipo.

En el apartado en el que mejores registros ha exhibido el exjugador de los New York Knicks es, quizás, el más importante de todos: el clutch. Desde que la temporada regular se reactivó, ha anotado 8 de los 11 triples que lanzó en los últimos cuatro minutos de los partidos. La importancia de esa efectividad aumenta cuando Dame Lillard, el arma ofensiva más potente que tiene los de Oregon, recibe mayor atención por parte de las defensas rivales. Con espacios para encestar, Melo casi no ha fallado y fue protagonista en muchas victorias cerradas.

Anthony anotó 14 de los 26 tiros que lanzó en el último cuarto de los enfrentamientos en la burbuja. Su efectividad del 53,8% en tiros de campo y del 66,7% en triples durante ese parcial es un alivio para los Blazers, que saben que uno de sus actores de reparto puede responder cuando los espacios se cierran y todos buscan frenar al base. En el choque inicial de la primera ronda de playoffs ante Los Ángeles Lakers, sólo encestó un triple en los doce minutos finales. Sin embargo, ese tiro fue decisivo para sacar una luz de ventaja cuando el desarrollo del encuentro estaba por llegar a su fin.

A lo largo de los años, el diez veces All-Star se ha consolidado como uno de los mejores anotadores que vio este deporte. El paso del tiempo ha bajado su intensidad, pero su capacidad para hacerle daño a los sistemas defensivos del contrincante sigue siendo la misma. Esta vez, Carmelo ha comprendido que su rol en el plantel es totalmente diferente al de otras épocas. Y, quizás, es la mejor noticia que Portland ha recibido en meses.