Informe

¿Pierde identidad la ACB por tener tantos extranjeros?

14:15 15/03/2024 | La Liga española no tiene casi ningún equipo en donde haya más españoles que foráneos. Sin embargo, esa multietnia parece potenciarla.

El Madrid de Chacho, Llull y Rudy, toda una excepción

¿Qué es lo que marca la pertenencia en un equipo? Opciones: a) la nacionalidad de sus jugadores; b) la actitud de los jugadores, culaquiera sea su país de procedencia; c) la continuidad de los jugadores a lo largo de los años en un club. 

Seguramente habrá muchos votantes por cualquiera de las tres opciones, porque este ha sido un tema muy conversado en su momento en el mundo entero, y que cambió diríamos abruptamente cuando la Ley Bosman abrió el mapa de las nacionalidades a mediados de los 90, emparejando a los europeos de la Comunidad como poseedores de los mismos derechos en cualquiera de los países miembro. 

A partir de allí, la tradición (en básquet) de 2 extranjeros por equipo empezó a perder potencia por un lado, y también a desmitificarse en otros, sobre todo en lo referente a cuánto favorecía o perjudicaba el surgimiento de jugadores locales. Y para no alargar demasiado el análisis, tomamos el ejemplo claro de España. 

El país más favorecido por la Ley Bosman ha sido indudablemente España. Su liga ACB estaba muy bien, pero a partir de la apertura a la Ley Bosman, se llenó de los mejores europeos del continente, potenciando a todos los clubes y convirtiendo a su competencia en la mejor de la región, despegándose claramente de Italia. 

Volviendo a las tres opciones de arranque. Analicemos una por una. A) Nacionalidad de los jugadores. A nuestro juicio, esta opción quedó fuera de época. Ponemos la cuestión de la pertenencia porque sí creemos que eso es clave para el éxito de un club. Se puede ganar sin ese punto, pero la historia marca que es mucho más fácil con el. Aquí unimos con Argentina. Pocos equipos en la historia de la ACB han tenido más pertenencia con un lugar, una ciudad y un club como Baskonia con los argentinos. Empezando por Marcelo Nicola y siguiendo con Juan Espil y Fabricio Oberto, hasta los que marcaron una época: Luis Scola, Pablo Prigioni y Chapu Nocioni. El último: Luca Vildoza. En muchos de estos casos, más identificados con la camiseta del club que los (pocos) españoles que la vistieron. 

La excepción a la regla en esto la da el Real Madrid, que ha buscado justamente una identificación con su roster que tenga altos referentes españoles: antes Alberto Herreros, Felipe Reyes y algunos más; hoy Sergio Llull, Rudy Fernández y Chacho Rodríguez. No son mayoría, pero su peso es enorme. Igual, también lograron, por el item 3 (continuidad), hacer de extranjeros varios auténticos ídolos del club: Chapu Nocioni, Tavares, Carroll, Ayón, Taylor, etc. 

Veamos la ACB hoy. De sus 18 equipos, ninguno (0), tiene más españoles que extranjeros. Con variantes de todo tipo. Desde uno que Joventut, que tiene el máximo de españoles (7 sobre 17), Granada (6 de 13, el mejor porcentaje, 46%), hasta el Murcia, con un solo español sobre una plantilla de 15 jugadores. En el total, sobre 341 fichas (usamos la web oficial de la competencia), hay 261 extranjeros (76.5%) y 80 españoles (23.5%).

¿Hay ausencia de pertenencia con sus equipos? En principio diríamos que, normalmente, no. Obviamente con excepciones. Los éxitos, la continuidad y la relación de los planteles con sus ciudades ha hecho que crezcan enormemente los extranjeros que se hacen carne con sus clubes.

¿Y la Selección de España? Si nos manejamos por resultados, definitivamente no, al contrario. Los españoles han estado en los últimos años en casi todas las finales mundiales y europeas, en mujeres y en hombre, en todas las categorías, desde los 15 años a mayores. Evidentemente, no los afectó la presencia masiva de extranjeros. Entre el enorme trabajo que hace su Federación, apoyada por un Estado presente que puso al básquet en los colegios, más el trabajo de los clubes con los más chicos, más el ejemplo de los grandes (incluidos los extranjeros), la fusión funcionó perfecto. 

Por eso, vemos que hoy la discusión sobre la presencia de extranjeros en las competencias nacionales no se ajusta a la nueva realidad, donde buscar el mayor talento es clave para hacer competitiva y atractiva a una competencia. Correr a un lado eso para "nacionalizar" a los equipos, parece cuanto menos un error poco justificable. 

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