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El premio al Jugador Más Valioso en el baloncesto olímpico es una distinción reciente, y solo tres gigantes han logrado inscribir su nombre en este exclusivo club. La marca argentina, representada por la histórica actuación de Manu Ginóbili en Atenas 2004, sigue siendo un hito imborrable. A él le siguieron Kevin Durant y LeBron James, quienes brillaron en los dos oros más recientes del Team USA.

En 2004, Ginóbili llevó a Argentina a lo más alto del podio, promediando 19.3 puntos, 4.0 rebotes y 3.3 asistencias, y derrotando a Estados Unidos en semifinales y a Italia en la final. Esta hazaña no solo le otorgó el primer MVP olímpico de la historia, sino que también solidificó su legado como uno de los grandes del baloncesto internacional.

Kevin Durant, en Tokio 2021, se convirtió en el segundo jugador en recibir este honor, liderando a Estados Unidos con 20.7 puntos, 5.3 rebotes y 3.7 asistencias por partido. Su actuación fue fundamental para que el Team USA se colgara su cuarto oro consecutivo, superando a España, Australia y Francia.

LeBron James cerró esta trilogía de MVPs en París 2024. Con promedios de 14.2 puntos, 6.8 rebotes y 8.5 asistencias por juego, James demostró su dominio y versatilidad. Su triple-doble en semifinales y su desempeño en la final, con 14 puntos, 10 asistencias y 6 rebotes, fueron claves para que Estados Unidos lograra su quinto oro consecutivo, asegurando así su lugar entre los más grandes de la historia olímpica.