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Las rachas están para romperse, e Instituto lo hizo a lo grande en la Bombonerita. La gloria terminó con la racha de 8 triunfos seguidos del xeneize y venció en la primera final por 82-69 para robarse la ventaja de localía.

Alex Negrete fue goleador con 18 puntos, seguido por 17 y 7 rebotes de Lee Aaliya y un partido vital en los dos costados de Leandro Vildoza, autor de 11 puntos, 6 rebotes, 6 asistencias y 4 recuperos. En Boca lo mejor pasó por los 22 puntos, 13 rebotes y 5 asistencias de José Vildoza.

La particularidad estuvo antes del arranque del juego, donde una volcada de Lee Aaliya rompió el tablero y atrasó el arranque del partido.

Con buena movilidad y paciencia, Boca estampó un 9-0 comandado por Pepe Vildoza. Sin embargo, Instituto rápidamente reaccionó con un 8-0 que dejó en claro que intentaría establecer su ritmo en el juego. A partir de allí, con Leandro Vildoza a la cabeza en defensa, la gloria pasó a tomar la iniciativa, provocó 6 pérdidas en los locales y pasó al frente en el cierre por 17-14.

A partir de la defensa, dejando sin anotar por casi 4 minutos a su rival, Instituto dominó a un Boca que dependió de los triples de Santi Scala. En ofensiva, la gloria tuvo un Aaliya importante con su ocupación de espacios en la pintura y 10 puntos, para sacar una máxima de 10 puntos. Este contexto se sostuvo en el resto del segundo parcial, con los cordobeses aprovechando cada error de Boca (9 pérdidas) para lastimar e irse al entretiempo al frente por 40-31. El único asterisco para los visitantes fue un magro 3/10 en libres.

Los de Lucas Victoriano siguieron imprimiendo una defensa sin fisuras y estamparon un 16-0 en los primeros minutos del tercer cuarto. Boca no encontró respuesta alguna, ni individual ni colectiva a una gloria que doblaba sobre Vildoza y presionaba constantemente. A partir de allí llegaron a una máxima de 25 con Negrete determinante (11 puntos). Pepe Vildoza poco a poco reaccionó y llevó de su mano al descuento de Boca, perolos cordobeses cerraron el tercero con claridad por 69-53.

Boca salió a quemar las naves en los dos costados, defendiendo con mayor presión y físico e intentando correr el campo con Vildoza e Ibargüen a la cabeza. Así el xeneize bajó la distancia a 12 en pocos minutos del último capítulo. Pero hasta allí llegó la reacción de los locales, con un Instituto que tuvo la paciencia necesaria en ofensiva para gastar segundos y anotar con un buen pasaje de Saiz. A partir de allí la visita cerró un triunfo vital en el arranque de la final.

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