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Instituto recobró su identidad y logró igualar la final en dos duelos por lado. La gloria superó por 72-68 a Boca y el quinto partido será este sábado en la Bombonerita sin posibilidad de definir un campeón allí.

Bautista Lugarini, con 22 puntos, y Javier Saiz, con 18 y 6 rebotes, fueron las grandes figuras de los cordobeses. En la visita no alcanzaron los 16 puntos de Loku Cuello.

A pesar de un arranque de 9-2 para Boca, Instituto recuperó su intensidad defensiva de los dos primeros juegos. A partir de allí estableció un 14-3 con un tremendo y regresado Pomoli con 9 puntos. El xeneize tuvo poca movilidad de balón y los cordobeses presionaron y hasta doblaron con cierta facilidad. Pero después de un tiempo muerto de Gonzalo Pérez, un buen ingreso de Cooper con 2 recuperos y un contragolpe igualaron las acciones en pocos segundos. En este contexto se cerró el primer cuarto con ventaja mínima para Instituto por 20-19.

La defensa zonal le dio réditos a Boca, que planchó poco a poco el juego y jugó a su ritmo. Además, tuvo un ingreso tan providencial como inesperado de Thomas Cooper, con implicación en ambos costados. A su vez, Instituto sufrió una caída por una torcedura de tobillo de Aaliya y perdió una fuerza en la pintura. Los visitantes siguieron con buena movilidad de balón y lastimaron con Cuello y los triples (7/13), aunque no lograron escaparse y la gloria descontó poco a poco en el cierre para llegar al entretiempo con Boca al frente por 41-35.

Instituto recobró la confianza en el comienzo del a segunda mitad con un 12-2 con buenos momentos de Lugarini y de Saiz (16/20 para ambos cerca del aro), sumado a defensas intensas sobre el balón, para pasar al frente en el marcador. A partir de ahí la gloria le encontró todos los huecos a una defensa zonal de Boca que sufrió los cortes sin balón, sobre todo, por lo que los cordobeses sacaron hasta 10 de máxima, cerrando el tercero arriba por 62-52.

En un último cuarto repleto de errores por ambos lados, Instituto logró sostenerse desde la defensa y con algunas corridas de Lugarini. A partir de allí maquilló un mal cierre ofensivo. Boca buscó descontar con arrestos individuales, pero no logró dar la estocada final y la gloria se quedó con el duelo en casa.

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