Finales NBA

Draymond Green, clave del J2, y su juego sobrepasando el límite

18:10 06/06/2022 | El ala pivote es una de las principales razones por las que GSW ha ganado tantos anillos y vuelve a estar en una final. Y ayer demostró por qué.

Green hablándole a Smart: una tarea de hormiga para taladrar al rival en su cabeza (Getty)

No existen dudas de que la estrella que ilumina a estos Golden State Warriors es Steph Curry. Y que la otra lamparita es Klay Thompson, más allá de la aparición de Jordan Poole este año. Sin embargo, el gran sostén que tiene todo el equipo, y en particular esas dos figuras del plantel, es Draymond Green. La red donde todos pueden confiar que los atajará si se caen. El Warrior de los Warriors. 

Y ayer, en el segundo partido de las finales, Draymond salió a demostrar una vez más por qué ocupa ese rol, que no es el único que tiene, claramente. Porque basquetbolísticamente, él mismo había estado apagado en el primer choque, siendo inofensivo en ataque, no generando el juego que habitualmente genera, no siendo agresivo. 

Ayer, estaba claro que una cosa que Golden State tenía que equiparar era la energía, la intensidad. Y como Green conoce bien a sus compañeros, tenía claro que él debía ser el encargado de contagiar al resto esa agresividad, aunque tuviera que pisar límites finitos. Porque la agresividad se contagia de distintas formas. Green, particularmente, lo hace gestualmente, exagerado, e incluye: dureza en la defensa, roces permanentes con rivales y protestas a los árbitros.

Ayer, ya en el primer cuarto, quedó al borde de la expulsión cuando recibió una técnica tras cruzarse primero con Tatum y luego con Grant Williams. Y los árbitros le perdonaron la vida cuando cayó encima de Jaylen Brown, dejándole las piernas encima de la cara, provocando la reacción del hombre de Boston. 
 

 

Viendo el video se nota claramente que Green le tira la pierna encima después de caer de forma agrede. Sacando de sí a Brown. Y logró su propósito. Se sabe que Green muchas veces no mide consecuencias. Es lo más parecido a Dennis Rodman que hay en el básquet de hoy. De hecho, podríamos decir que ese carácter le costó un título a los Warriors, cuando Green golpeó en los testículos a LeBron James en el juego 4, siendo suspendido para el 5. Los Warriors ganaban la serie 3-1 y la terminaron perdiendo 4-3 contra los Cavs. 

Pero volvamos a ayer. Green zafó de la expulsión y marcó el pulso de la defensa de Golden State, que volvió a ser una de las mejores del torneo, en una final que se afeó bastante, porque ambos equipos tienen cualidades defensivas extraordinarias. De yapa: Green le puso 3 cortinas seguidas a distintos jugadores de Boston para un triple de Curry. Solo puede hacerlo él.

 

 

 

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