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Michael Malone es uno de esos entrenadores (pocos), en la NBA, que da la sensación de ser un tipo cercano a los jugadores, familiero, de los que todavía privilegia la relación humana con el hiperprofesionalismo de la mejor Liga del mundo. Expone sus sentimientos, es directo, franco, y rara vez se lo ve enojado o tenso. 

Anoche, tras ganarle a Portland un partido clave de visitante, para recuperar la ventaja de localía, no tuvo dudas en hablar un rato largo sobre Austin Rivers, la llave del encuentro con sus triples en el último cuarto, remarcando que es un gran jugador, que venía con 45 partidos de playoffs antes de llegar a Denver, que había estado dos meses y medio en su casa esperando una chance, y que se ponía especialmente contento por él. Hasta se encariñó con el colega Esteban Abed de Córdoba. Anoche, iban 8 minutos de conferencia y pidió por él para que le pregunte. 

Malone, justamente luego consultado por Abed, habló sobre el partido de Facu: "Tomó 8 rebotes hoy. Y los rebotes eran algo en lo que veníamos mal. Hoy fue la primera vez en la serie que tuvimos más éxitos por rebotes ofensivos que ellos. Y sobre Facu... con su metro setenta y pico tomó esos 8 rebotes, metió 11 puntos, dio 8 asistencias, tuvo 2 recuperos y 1 tapa. Debe estar promediando 1 tapa por partido en la serie, lo que es increíble. Tuvo un voto para mejor sexto hombre, espero que tenga muchos para el equipo ideal de novatos...no puedo estar más orgulloso de Facundo Campazzo, de Córdoba". Un crack.