Informe

Los deportistas famosos antivacuna que no entienden el daño que generan

15:27 20/01/2022 | Son pocos, pero su poder de fuego es alto, a partir de ser considerados ejemplos por millones de personas, sobre todo jóvenes.

Rogers, Djokovic, Irving y DeChambeau

Si bien lo que ha ocurrido con Kyrie Irving y su posición frente al tema vacunas contra el Covid-19 viene de largo, esta semana, con el caso Djokovic, la actitud de grandes ídolos del deporte en este punto ha tenido su momento más caliente. Para el que no lo sepa, Novak Djokovic, número 1 del ranking mundial de tenis, perdió su litigio con el gobierno de Australia, le denegó la visa y lo echó del país. Incluso puede que Roland Garros tampoco lo deje jugar el Abierto de Francia a mediados de año. 

Seguramente su caso tomó especial trascendencia porque no solo quedó expuesto en su posición antivacuna (ya había sido también el año pasado muy desprolijo en sus cuidados personales para no contagiarse, etc), sino que de alguna manera hizo pesar su nombre para tener una excepción que nadie tiene, argumentando motivos absurdos. Claramente, aquí el punto para por lo económico y lo que el Abierto se pierde si Djokovic no juega. 

Cuesta entender que ídolos del deporte, que saben que son seguidos y copiados por millones de fans en todo el mundo, no tomen conciencia del mal que están provocando, cuando está claro, científicamente, que la vacuna contra el Covid está salvando millones de vidas. Y lo peor es que Djokovic e Irving no son los únicos. 

En Estados Unidos, otro caso que impacta es el de Aaron Rogers, estrella de la NFL. Rogers es un caso especielmante grave. De 38 años, no solo no se vacunó, sino que montió en su momento en relación a haberse vacunado (cuando dio positivo se comprobó que no lo estaba), hizo un tratamiento alternativo y además varias veces rompió los protocolos de seguridad de la Liga, al punto de perder a un sponsor, que era una compañia de atención médica. 

Rogers quizá lidera la lista en cuanto a declaraciones estúpidas: "Algunas de las reglas para mí no se basan en la ciencia en absoluto. Se basan únicamente en tratar de sacar a la luz y avergonzar a la gente, como la necesidad de usar una máscara en un podio cuando todos en la sala están vacunados y usar una máscara no tiene sentido para mí", dijo en su momento.

Otro famoso deportista que decidió no vacunarse es el exitoso golfista Bryson DeChambeau, que además, lo que quizá es peor aún, predica con frases falsas, como que por ser joven está casi exceptuado de tener problemas: "La vacuna no evita necesariamente que suceda. Soy lo suficientemente joven, prefiero dársela [la vacuna] a las personas que la necesitan. Soy una persona sana que seguirá trabajando en su salud", declaró Bryson. 

Lo que ninguno de ellos entiende es que, si bien es cierto que cada persona tiene plenos derechos sobre su cuerpo, propagar por la palabra o los hechos una acción perjudicial para millones de personas es, como mínimo, peligroso. Alguna vez Charles Barkley hizo célebre la frase "yo no soy ejemplo de nadie, el ejemplo son los padres". Y seguramente tiene razón. Pero todo tiene límites. La salud de la humanidad debería ser uno claro.

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