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El Real Madrid se encuentra ante una situación inusual: cerrar la temporada sin levantar ningún título. Con derrotas ya consumadas en la Supercopa Endesa, la Copa del Rey y recientemente en la Euroliga, donde fueron eliminados por el Olympiacos en los playoffs, la única posibilidad que les queda para salvar el año es conquistar la Liga Endesa. Para una institución acostumbrada al éxito, la idea de terminar el curso con las vitrinas vacías es poco menos que impensable.

Desde la campaña 2010-11, cuando el Barcelona dominó el baloncesto español y el Madrid quedó fuera de la lucha por títulos importantes, el club blanco ha logrado mantener una racha ganadora casi ininterrumpida, acumulando 26 trofeos en 13 años. Ahora, esa histórica continuidad de éxitos corre peligro. Pese a ello, el conjunto dirigido por Chus Mateo lidera con autoridad la Liga Endesa, con un balance de 25 victorias y solo 4 derrotas, manteniéndose invicto en la competición nacional desde diciembre.

Tras la dura eliminación en Europa, el entrenador madridista ha pedido cohesión al grupo y ha puesto énfasis en la fortaleza emocional para afrontar el tramo final del curso. Sin distracciones europeas, el Real Madrid tiene ahora como único objetivo el campeonato de liga. A falta de cuatro jornadas para los playoffs, no solo buscan un título más: intentan evitar que la temporada 2023-24 pase a la historia como una de las más decepcionantes en la última era del club.