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El capítulo final había sido escrito y la historia estaba destinada a cerrarse. Saliendo en lo alto de la cima, con un MVP en la conquista más importante de su carrera. Pero todo eso cambió a principios de este verano, cuando se confirmaron oficialmente los rumores sobre la vuelta al ruedo internacional. Tras perderse una mágica historia en los Juegos Olímpicos, Goran Dragic decidió regresar a su selección.

"Cuando estás ganando, se siente como la mejor decisión", dijo Goran al debutar en el Eurobasket. "Pero cuando regresáss a tu habitación y te duele todo, pienso mucho ¿por qué tengo que pasar por esto otra vez?. Pero vale la pena, vale la pena. Estoy disfrutando esto. Siento que tenemos el mejor equipo, tenemos los mejores compañeros, nuestra química está al más alto nivel y todos disfrutan del éxito" fue la sentencia del veterano base al hacer su tan ansiada vuelta con Eslovenia. 

Por supuesto, la coronación final para el jugador más importante de la historia en Eslovenia -pronto a ser superado por su pupilo Luka Doncic- no terminó de la forma que se esperaba. Una eliminación impensada que quedará en los libros de la historia, lo privó de decir adiós con una medalla colgada sobre sus hombros. Esto, tanto para Dragic como para el resto del núcleo esloveno, fue un baldazo de agua fría a todas las expectativas. Sobre todo para Goran. El experimentado base deseaba compartir más con Luka, a quien guarda con un aprecio casi de admiración, pese a ser su mentor desde que el Wonderboy debutó en el seleccionado. 

"Creo que podría ser el mejor jugador de la historia. Todavía es muy joven, pero si se mantiene saludable y juega más tiempo, creo que al final de su carrera podría ser el mejor de todos. Me gustaría ser más joven para poder jugar más tiempo con él. Solo hemos jugado un EuroBasket juntos, este fue el segundo. Para mí es diferente. Tengo 36 años." sentenció Dragic. 

Las chances de un regreso inesperado son bajas, pero no nulas. Para Goran, retirarse luego de este torneo tras haber salido por la puerta más grande de todas era una apuesta, pero también una declaración de su deseo por seguir jugando en este equipo. En un año es el Mundial de 2023, con Eslovenia en vías de clasificarse sin muchos problemas. Dragic, que tiene contrato con los Chicago Bulls para ponerse a punto esta temporada, podría volver a sorprender al público esloveno. Sobre todo, pensando en el resultado de los Juegos pasados. Aún así es una posibilidad muy lejana, que él no ve muy convencido.