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Ser el hijo de en la NBA no te garantiza mucho, es más todo lo contrario porque la comparación se hará quieras o no, y mucho más si tu padre fue un Hall of Famer. La historia de Gary Payton II con el baloncesto fue de un amor inquebrantable, a pesar de no haber sido correspondido por un largo trecho. En esta temporada, en los Warriors ha encontrado su lugar en el mundo NBA, se ha establecido en la rotación habitual de Steve Kerr, algo que ni el propio jugador puede creer, si tiene en cuenta que siete meses atrás estaba dispuesto a aplicar para una vacante en el que equipo de videos de la franquicia, dado que presumía un nuevo corte.

Young Glove (Joven Guante), así le dicen, nunca estuvo en los radares de los cazatalentos cuando jugaba en el High School y ni siquiera a pesar de ser el hijo de una leyenda NBA. Tras terminar el secundario, no consiguió ninguna oferta de un equipo universitario y entonces tuvo que migrar hacía otras ligas menores de desarrollo (academias) para continuar ligado al baloncesto. Allí lo hizo muy bien, mostró sus capacidades y por fin pudo conseguir una oferta en la misma universidad en la que se egresó su padre, Oregón State. Allí estuvo los dos años que le quedaban como universitario y promedió 14.7 puntos, 7.7 rebotes y 4.1 asistencias, demostrando su versatilidad para jugar y sobre todo su fiereza defensiva con 2.8 robos por juego.

Pero como era de esperarse, el Draft 2016 lo pasó de largo y tuvo que bucear en la G-League para continuar su carrera. Allí tuvo noches memorables y llegó a meter 51 puntos en un partido, siendo parte de los Rio Grande Valley Vipers, pertenecientes a los Rockets. Houston nunca le prestó atención, pese a sus 14 puntos de media y su buen desempeño como defensor en G-League, pero según las estadísticas no había mucho más para ofrecer, pensando en pasar al próximo nivel. A la temporada siguiente empezaron a aparecer las ofertas esporádicas de la NBA y con ello un sueño cumplido a medias, dado que era estar y luego chau, así fue con los Bucks (18 juegos), Lakers (11), Wizards, donde tuvo un poco más de relevancia con 32 partidos, 17 como titular en la temporada 2019/20, hasta llegar a los Warriors, quienes requirieron de sus servicios hacia el final del lustro pasado en la 2020/21 con 10 juegos.

En la bahía no tuvo mucha participación, apenas cuatro minutos por encuentro con 2.5 puntos por lo que se venía un corte cantado para la off season. Allí continúo entrenando, esforzándose y ciertamente feliz de estar en un equipo NBA y por consiguiente no quería salir por nada del mundo. Su buena relación con Jamal Mahlalela, entrenador asistente de Kerr, dio lugar a que Gary le pidiese que lo dejara trabajar con él si lo cortaban, en el departamento de videos del equipo, donde había un puesto vacante.

"Hablaba en serio. ‘Si me cortan, voy a hacer una audición para ese trabajo’... Solo estaba tratando de quedarme. Todavía estaría en el juego, todavía podría ayudar, viajar y todo eso”,aseguró el propio jugador en una entrevista para ESPN. Quien recibió ese mensaje, Mahlaela, reconoció que eso que dijo Payton era enserio: “Es un aprendiz dispuesto, alguien que todavía puede estar en la cancha y jugar. Pero sin dudarlo, el Joven Guante dijo tomaría ese puesto en la sala de videos si lo admitían. Afortunadamente para él, el cuerpo técnico tenía otros planes”.

A los 29 años, Gary Payton II está en su hora señalada, donde soñó con llegar y definitivamente donde nadie le regaló nada. A la fuerza y con mucho amor propio, el joven guante demostró que no importa de dónde venís o el hijo de quién sos, todo se trata de ser humilde y agradecido, una enseñanza que vale para el deporte y para la vida.

Mauro Osores / [email protected]
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