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¿Por qué Estados Unidos fue el equipo más sólido de Tokio?

11:10 07/08/2021 | Decían que no jugaba bien, que otra vez volvería a caer y que el proceso estaba terminado. Se desarrolló la química y volvió el dominio habitual.

Durant y Green fueron dos estandartes (Foto: FIBA)

Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas:
no han de ser tus caídas tan violentas
ni tampoco, por ley, han de ser tantas.

Estados Unidos no pudo quedarse con el trofeo en China 2019 y tampoco lució muy bien en el debut en Tokio frente a Francia, perdiendo el partido y generando un sinfín de dudas, críticas y comentarios en detrimento del plantel de Gregg Popovich.

Decían que los norteamericanos no jugaban bien, que algunos integrantes del equipo no estaban conformes con la filosofía del entrenador en jefe de los Spurs y que en algún momento chocarían contra las otras potencias.

Francia le anotó 83 puntos y desde esa noche nadie más le convirtió una cantidad similar, con excepción de los 84 que le propinó República Checa en el último partido de la fecha del Grupo A.

¿Cómo logró convertirse en el equipo más contundente de los Juegos? Paso a paso. Era un conjunto que nunca había competido con el 100% de sus activos hasta el choque frente a los galos y paulatinamente fue desarrollando la química necesaria para competir en esta clase de torneos.

La defensa no mutó mucho. En certámenes en los que hay poco tiempo de preparación para afianzar las estrategias, y siguiendo con el estilo general de la NBA del momento, siempre es aconsejable ejecutar un esquema simple al que todos puedan adaptarse y eso consiguió Popovich en USA Basketball.

Marca con cambios en todas las cortinas, sean directas o indirectas, fue el estilo que propuso Gregg. Jrue Holiday, Kevin Durant, Bam Adebayo y Draymond Green fueron los intérpretes más exigentes y el resto terminó acoplándose gradualmente, con agresividad en la primera línea y anticipación para evitar que la pelota vaya al poste bajo.

A pesar de eso, los lanzamientos de dos puntos, especialmente en la pintura, fueron los que se permitieron como daño colateral, evitando siempre los triples. Por ejemplo, desde que empezaron los playoffs ningún seleccionado llegó al 35% en tiros de tres ante Estados Unidos.

30% para España en los cuartos, 32% Australia y 32% Francia. Puntear los tiros, realizar rápido los cambios y mover los pies con jugadores dúctiles y aptos para los desplazamientos. Cuando los yanquis defendieron así, nadie pudo hacerles frente. Nadie.

¿Y en ataque? Distribución de roles, dosificación entre titulares y suplentes y construcción desde el uno contra uno para liquidar con triples tras aclarados o rompimientos con posicionamientos en codos y esquinas.

Kevin Durant hizo estragos y lideró a los de Popovich con 18,0 puntos por partido que en las instancias decisivas se incrementaron. 29 contra España, 23 ante Australia y 29 en la final frente a Francia. La teoría del absurdo, destrozó a cual defensor tuvo.

Además, solucionaron estrategias con el lanzamiento de tres y fueron el único conjunto que promedió al menos un 40% en triples, con 40,1% a lo largo del torneo. También lideraron los Juegos en tiros anotados (71) e intentados (177) desde ese sector, con efectividad en alza a medida que todos se acostumbraron al balón y a las distancias.

Defender y correr, algo tan simple, pero tan complejo. Así fue la ley y el orden de Estados Unidos, que repitió medalla de oro tras lo hecho en Río 2016 y luego de la eliminación efímera en el último Mundial.

Su triunfo sirve para demostrar que cuando los norteamericanos se ponen a marcar y a interpretar situaciones sin confundir velocidad con tiros mal tomados, y con paciencia en la transición, no hay equipo similar.

Su casa está en orden, el proceso de Jerry Colangelo llega a su fin y Grant Hill buscará ser el siguiente en hacerse un festín.

 

 

Ignacio Miranda/ [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @nachomiranda14

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